El diario plural del Zulia

El Gobierno negocia su supervivencia

Representantes del Congreso de los Estados Unidos, clero y políticos opositores ajenos a la MUD trabajan en lograr acuerdos

Nicolás Maduro negocia su estabilidad en varios frentes y lo hace, en su mayoría, con actores secundarios. Negocia con dirigentes republicanos del Congreso de los Estados Unidos, con Javier Bertucci, excandidato presidencial y pastor evangélico, con representantes del clero y líderes opositores distantes de la cúpula que maneja la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

En Venezuela, el ala más radical de la oposición se opone a un patrón que destaca la fertilidad de los acuerdos. El politólogo John Magdaleno adelantó un estudio de 60 casos de regímenes que mutan exitosamente a la democracia y en 72 % con transiciones exitosas, hubo negociación.

“Mucha gente descalifica en la medida que las negociaciones son públicas, nadie se imaginaría cámaras de televisión alrededor de las conversaciones entre Nelson Mandela y Frederik de Klerk en Suráfrica, nadie se imagina un debate por Twitter acerca de si era pertinente o no, que Felipe González conversara con Adolfo Suárez en el período posfranquista”, reflexionaba el politólogo.

La liberación del estadounidense Joshua Holt, el sábado 26 de mayo, fue una declaración de intenciones. Jorge Rodríguez, ministro de Información, aseguró que la medida estuvo enmarcada en la primera línea de acción anunciada por el presidente Nicolás Maduro como parte del nuevo ciclo político y constitucional del país.

El Gobierno llevó las negociaciones con el senador republicano Bob Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y figura antagónica de Marco Rubio, emblema del llamado a intervención. Rafael Lacava, gobernador de Carabobo, fungió como enlace.

Fuentes vinculadas con el partido socialista destacan el impacto de las sanciones de la Casa Blanca a lo interno y la falta de respuestas frente a la hiperinflación, la escasez y la crisis sanitaria. El Gobierno tiene menos de un mes para lograr algún avance.

El generalato de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) le dio un ultimátum. En su seno se escuece un malestar que se plasma en casi un centenar de detenciones de militares de todos los rangos en lo que va de año, acusados de conspiración.

En un artículo, Alejandro López González, analista, rechaza la posición de la MUD de no negociar la transición: "Consignas totalmente antihistóricas y carentes de sentido real como: ‘En dictadura no se vota’ o ‘no se dialoga con dictaduras’, solo evidencian la desgarradora manipulación inconsciente que hace un sector de la oposición de una masa desesperada por un cambio, pero sin ningún liderazgo responsable”.

Esa posición referida por López González alimentan al Ejecutivo. Los Estados Unidos, la Iglesia y un grupo de políticos venezolanos se sientan con Nicolás Maduro e imponen la necesidad de la liberación de los "presos políticos", el cambio de la directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE), la necesidad de abrir un canal humanitario para el ingreso de medicinas y alimentos y la detención de altos funcionarios corruptos.

El tema de los "presos políticos" se plasmó el miércoles en Miraflores en un encuentro entre el Presidente y dirigentes opositores que impulsaron la participación el 20 de mayo. Pedro Pablo Fernández fue el interlocutor. Con Bertucci, el jefe de Estado trabajaría, a su manera, en la apertura de un canal humanitario.

Maduro buscaría tiempo para garantizar su supervivencia política. “Mientras aquí les garanticen bienes, la vida política y civil, la cosa va a caminar. Serán lanzados a la hoguera los más comprometidos en hechos de corrupción”, revela desde Caracas un revolucionario que habla de pesquisas contra tres altos funcionarios, cercanos a Hugo Chávez.

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