¿El chavismo realmente debate con la oposición?

La Comisión Presidencial para la Constituyente celebró el lunes la presencia de 17 partidos “de oposición” en la primera reunión que se efectuó en Miraflores para debatir la propuesta del presidente Nicolás Maduro.

Ernesto Villegas, ministro de Comunicación e Información, lo anunció en Twiiter. Juan Bimba, Partido Joven, Unidad Democracia Renovadora y Piedra, conformaban la lista. Pero se trata de toldas que, o no son de oposición, o ya no pertenecen a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que en bloque decidió no acudir a la cita porque consideran que la convocatoria del mandatario es inconstitucional.

En la cuenta en Twitter del Partido Joven (@PartidoJOVEN18), inactiva desde nales de 2016, se pueden apreciar mensajes a favor de la revolución bolivariana y del fallecido Hugo Chávez. En la misma red, la cuenta @Juanbimbasur, cuyos último tuits datan del año 2013, se puede leer: “Venezuela, patria querida de nuestro gigante eterno, vive!!! Todos a votar! @Juanbimbasur activa con el pueblo!!!”.

Unidad Democracia Renovadora presentó sus candidatos a la Asamblea Nacional en 2015 fuera de la MUD, y acusó a la coalición de emprender una “campaña infame” por denunciarlo. El partido Piedra, presente también ayer en Miraflores, acusó en 2015 a la MUD de pretender “descuartizar las esperanzas del pueblo, relacionándose con personas que trabajan para fomentar la violencia y apuestan a la destrucción del país”.

Opina, por ejemplo, que acudió el lunes al debate, no logró siquiera recoger el 0,5 % mínimo de firmas para poder legalizarse ante el CNE.

Dos históricos 

Entre ese grupo de pequeños partidos (entre los que destacaba Unidad Política Popular 89, disidentes del chavismo), figuraron dos toldas históricas: Bandera Roja, que en Twitter denunció que su representante en Miraflores era un “agente usurpando” el nombre de su partido, y el Movimiento al Socialismo (MAS), cuyo presidente, Segundo Melendez, sí asistió a la reunión pero solo para oponerse al proyecto.

“Al considerar estos artículos (347,348 y 349) de la Constitución, queda perfectamente claro que quien puede convocar a una Asamblea Constituyente es el pueblo, como depositario del poder constituyente originario, y que al Presidente de la República la facultad que se le otorga en el artículo 348, al igual que a otros entes, es la de tomar la iniciativa de la convocatoria. Es decir, el Presidente solo podrá proponer al pueblo que convoque”.

Los mismos argumentos que los partidos de la MUD esgrimen para rechazar la propuesta de Maduro.

Sin respaldo 

Verónica Medina, politóloga, cree que se trata de una jugada que el chavismo ya tenía prevista, ya que “por lo unilateral de la propuesta” era impensable que la oposición acudiera a legitimar el encuentro con su presencia.

“El tema de la validación de los partidos estaba pensado para que el Gobierno pudiera escoger su propia oposición, y dejara a un lado a los partidos más radicales, con chance electoral, inhabilitando a sus líderes”.

Los partidos minoritarios (Juan Bimba, Piedra, UPP-89), en apariencia opositores, podrían negociar entonces varios incentivos, como algunos constituyentistas e incluir sus propuestas en la nueva Carta Magna. “Para ellos es beneficioso, y para el Gobierno es como darle un caramelo a un niño”.

¿Se pueden catalogar estos partidos como falsos positivos? “Sin duda”, contesta Jesús Castillo Molleda, politólogo y profesor universitario. Aunque advierte que la presencia o ausencia de partidos opositores en la reunión del lunes no debe ser motivo de celebración para el chavismo, sino la activación del proceso constituyente en sí.

“Podrán decir que tienen 30 o 50 partidos, pero lo que hay preguntarles es cuántos de esos partidos están en validación, cuáles están un proceso de conformación o legalidad. Para el Gobierno, lo importante es seguir vendiendo en el panorama internacional que aquí hay una amplia democracia y que ellos tienen la mayoría popular, aunque ya se sabe cuál es la respuesta”.

De lo que debe cuidarse la MUD, advierte, es de que el Gobierno instale la Asamblea Constituyente sin la participación de ningún representante de la oposición. Aún así, los planes del chavismo son cuesta arriba: “¿qué piso político puede tener la Constituyente si no resuelve el problema económico?”.