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Diálogo sobre Venezuela en México sigue adelante tras “plantón” oficialista

El oficialismo se enfureció por las opiniones del embajador James Story sobre el diálogo en la víspera de la cita en México. Expertos analizan las negociaciones.

La segunda ronda formal de negociaciones entre las partes en conflicto en Venezuela se inaugurará en la tarde de este sábado en Ciudad de México, con un día de retraso.

El inicio de los encuentros estaba pautado para la tarde de este viernes, pero se postergaron por la demora en la llegada a México de la delegación del gobierno de Nicolás Maduro y entre tensiones por sus críticas a opiniones recientes sobre el diálogo del embajador estadounidense para Venezuela, James Story.

Jorge Rodríguez, jefe de la comisión oficialista, fustigó en su cuenta de Twitter la supuesta injerencia del diplomático norteamericano en las conversaciones justo luego de conocerse extraoficialmente que no llegarían a México el viernes.

“Esta declaración de Story insulta a la Mesa de Diálogo en México, pero sobre todo insulta a los delegados de la Plataforma Unitaria [oposición], a quienes parece darles órdenes. El Gobierno Bolivariano jamás atenderá una agenda que intente imponer este personaje. Que vaya a naricear a Supermán”, escribió en su cuenta de Twitter, en respuesta a otro mensaje difundido por su hermana, la vicepresidenta del gobierno de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez.

En su tuit, la segunda en la cadena de mando del poder ejecutivo venezolano había tildado de “vergonzoso” cómo Story presuntamente “da órdenes” a la dirigencia opositora, a la que calificó como “colonizada y títere”.

El embajador Story expresó el jueves pasado su apoyo al diálogo en México en cuanto a una reforma judicial en Venezuela y dijo que el gobierno de su país estaría dispuesto a flexibilizar las sanciones económicas contra el poder ejecutivo de Maduro si existen “cambios” hacia la democracia.

La Voz de América pudo conocer que la delegación oficialista sí llegará a Ciudad de México cerca del mediodía de este sábado. Su retraso es “un plantón” que suelen hacer los “negociadores difíciles” en procesos como el de México para tratar de imponer temas, según Igor Cuotto, diplomático venezolano retirado y especialista en negociaciones de la Universidad de Harvard.

Observa que la reacción de los hermanos Rodríguez es un intento de “echarle la culpa al otro [Story] para boicotear y tratar de poner en la mesa la percepción de que la Plataforma Unitaria es igual que negociar con Estados Unidos”.

Esas 24 horas de retraso pueden invertirse en conversaciones con Noruega, facilitador, para convidarlo a que llame al orden a las partes, recordando que hay reglas de comunicación que respetar, pidiéndole que sea él quien anuncie los acuerdos y remarcando que no discutirá temas que no estén en agenda, como la inclusión en la delegación oficialista del empresario Alex Saab, detenido en Cabo Verde bajo solicitud de extradición a Estados Unidos, opina.

“Hay que solicitar a los noruegos que les recuerden a los observadores abstenerse de hacer declaraciones sobre temas controvertidos para las partes y que pongan el riesgo la negociación”, dice Cuotto, a propósito de un comunicado reciente de Rusia, país acompañante, a favor de la liberación de Alex Saab.

La oposición sigue en la mesa

Tras esos momentos de tensión, la oposición ratificó la noche del viernes su disposición a “continuar la negociación sobre la agenda acordada”, según un comunicado difundido por el jefe de su delegación, Gerardo Blyde. Los integrantes de la comisión de la plataforma unitaria se encontraban en Ciudad de México para el inicio de la segunda ronda formal de diálogo.

De acuerdo con el documento publicado en Twitter, la oposición aspira a “avanzar sobre la construcción de la mesa de atención social para promover los programas de nutrición infantil, trasplantes y vacunación”, así como para “abrir la discusión sobre la construcción del sistema de justicia”.

Se espera que la reforma del poder judicial venezolano sea uno de los puntos clave en la discusión de este fin de semana en México. “Venezuela es un país con una justicia secuestrada, que persigue y encarcela a la disidencia y promueve la impunidad. Rescatarla es un requisito fundamental para reconquistar nuestros derechos, para devolverle a los venezolanos el poder de elegir y reconquistar la democracia”, remarcó el comunicado de la noche del viernes.

Los adversarios de Maduro prometieron conducirse “con transparencia” e informar “oportunamente” sobre los detalles de las conversaciones. El gobierno de Noruega, facilitador del diálogo en México, no se había pronunciado sobre el retraso de las conversaciones de este fin de semana hasta la mañana del sábado.

Recursos y reformas

Uno de los puntos a tratar en la agenda de este fin de semana será el mecanismo financiero con que tanto oposición como el gobierno de Maduro financiarán los programas de protección social para paliar los efectos de la crisis económica.

El comunicado de las conversaciones de hace tres semanas apuntaba a la posibilidad de tener acceso a derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional, que representarían hasta 5.000 millones de dólares, según especialistas. Otro tema clave en el debate sería la reforma del sistema judicial.

Alí Daniels, abogado y directivo de la asociación civil Acceso a la Justicia, considera que el primer gran acuerdo en este aspecto sería el respetado y aplicación estricta de lo contemplado en la Constitución venezolana.

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De allí, se deben derivar la convocatoria de concursos públicos para la escogencia de jueces imparciales e independientes en toda la República, opina.

“Hay que dar la garantía de estabilidad de esos jueces, no someterlos a mandatos y controles del Tribunal Supremo. Habría que hacer un nombramiento de los miembros del TSJ con todos los filtros y procesos que la Constitución establece. Es un tema que no puede hacerse de un momento para otro. Va a ser tema de un proceso”, explica Daniels a la Voz de América.

Daniels considera que es fundamental la participación de organismos internacionales vinculados a la protección de los derechos humanos.

“Venezuela no tiene en estos momentos la capacidad institucional para llevar por sí misma una reforma judicial seria y, por lo mismo, cualquier acción que quiera hacerse con un mínimo de seriedad debe tener asesoría con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la Oficina de la Alta Comisionada o de los organismos vinculados al tema”, detalla.

Advierte que, si lo discutido deriva en una mera designación equitativa para las fuerzas políticas de los magistrados del Tribunal Supremo, lo acordado no sería una verdadera reforma. “Sanear el sistema es una tarea titánica”, concluye.

También, se prevé que el respeto a la institucionalidad en Venezuela sea otro de los puntos incluidos en los debates de este fin de semana en Ciudad de México.

 

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