Carlos Alaimo: “Responsabilizo al Gobierno de lo que pueda pasarme”

A cinco días del violento procedimiento policial en las instalaciones de Versión Final, Carlos Alaimo, líder fundador del Voluntariado “Pasión por Maracaibo” y quien fue el objetivo principal de los funcionarios actuantes, comentó sin tapujos tal experiencia. Atribuyó lo vivido la noche de ese miércoles al “uso indebido de las facultades, recursos y capacidades” de los cuerpos de seguridad del Estado.

El empresario se mostró firme y decidido. Dice que continuará su gestión política —de orientación humanista y cristiana— con la que pretende combatir los “modelos dictatoriales, totalitarios y violentos” que, a su juicio, fomenta el Gobierno nacional.

Consideró que las prácticas políticas del Ejecutivo nacional no responden a la idiosincrasia del venezolano. En cuanto a las acciones de los organismos de seguridad, mencionó que es necesario que estas instituciones sean “reinventadas” para que puedan recuperar su credibilidad.

—¿Pensó usted que moriría en el momento del altercado?

— No, en ningún momento pasó por mi mente. Todavía sigo pensando que vivo en un país con estado de derecho. Pero, sí imaginé que podrían ponernos presos.

—Muchos creen que usted y su compañero tienen una nueva oportunidad. Si lo considera así, ¿qué haría con esa posibilidad? 

— Seguir trabajando por rescatar el país perdido. Yo no sustituiría la democracia por un modelo dictatorial comunista. La libertad de conciencia, acción y pensamiento no son negociables. Los venezolanos no estamos preparados para un modelo castro comunista. Nos identificamos más con las prácticas políticas europeas, canadienses o americanas. Es por eso que este proyecto de la Constituyente no va a ser exitoso.

—Cuando lo perseguían los oficiales, ¿en ningún momento pensó en detenerse?

— Todo comenzó en 5 de Julio y culminó en el diario. No pensé en detenerme porque no sabía de dónde venían los tiros. Al mediodía, yo manifesté una posición política muy fuerte. Le dije al mayor general Tito Urbano, máxima representación castrense del zulia, que los militares y otras estructuras del Estado no deben ser subordinados de un hombre, sino de la Constitución. Eso causó molestias.

— ¿Por qué acudió a la sede de Versión Final?

— Tengo duda de los manejos policiales del estado. Por eso opté por refugiarme en el diario, porque esta institución me daría garantía de respeto y seguridad. Además, había cámaras en todos lados.

—¿Por qué cree usted que los organismos policiales del Estado se han ganado esa etiqueta?

— Están acostumbrados a hacer un uso indebido de sus recursos y funciones. Yo desearía que esa energía que hay para matar y atropellar a jóvenes que están en la calle manifestando pacíficamente, fuese dirigida para limpiar nuestro territorio de guerrilleros y paracos. Estos cuerpos delictivos están precisados, pero no se hace nada.

—¿Cuál es su propuesta ciudadana para remediar esas irregularidades?

— Las altas inversiones que se están haciendo en armamentos deben ser dirigidas a la seguridad de nuestras fronteras. También se amerita una depuración de los cuerpos policiales. Es necesario tener policías con buenos sueldos, formados y con entrenamiento legal para que tengan conciencia de sus capacidades. Se debe aplicar todo el peso de la ley para sacar o encarcelar a quien se lo merezca. Los organismos de seguridad deben ser sinónimo de tranquilidad, confiabilidad y respeto.

—El secretario de Seguridad y Orden Público, Biagio Parisi, declaró a otros medios que usted estaba entregando insumos a los guarimberos, ¿qué responde a esto?

— Eso es falso. Todo el mundo sabe cuál es el trabajo político y la ruta social de “Pasión por Maracaibo”. Nuestro activismo está vinculado a jornadas médicas, 6.000 almuerzos semanales, becas de educación para el trabajo, apoyo a instituciones que lo necesitan. Nosotros no creemos que incendiando al país vamos a acabar con los problemas. Nos inclinamos a pensar en la conciencia como solución.

—¿Usted ha conversado con el jefe de seguridad del estado después del altercado?

— No, solamente conversamos esa noche. Él me acompañó a la clínica para ver a mi amigo (Édgar Dávila) y luego me llevó hasta mi casa. Cosa que le agradezco y valoro. Pero, si bien tuvieron la atención de acercarse al diario, aún no me siento seguro.

—¿Se ha visto en la necesidad de recurrir a otras medidas de seguridad para proteger su humanidad después del incidente?

— Pedirle a Dios que me ayude un poco más. Aunque ya tengo mucho que agradecerle. Yo no me estoy escondiendo, no salgo con guardaespaldas, porque no tengo nada que temer. Eso es parte del riesgo de estar en una posición política contraria a la del actual Gobierno, que quiere promover violencia en el país. Yo estoy consciente de esos riesgos, y mi familia también lo está. Pero no voy a bajar la guardia y responsabilizo al Gobierno de cualquier cosa que pueda pasarme a mí y a los míos.

— ¿El Gobernador del estado ha conversado con usted?

— Cuando Parisi me dejó en mi casa, él llamó al comisario a su celular y me lo pasó. Me preguntó sobre lo que ocurrió y lamentó los hechos. Fuera de eso no ha manifestado más nada.

— ¿Espera usted que los oficiales actuantes paguen cárcel por lo que hicieron?

— El comisario Parisi me prometió que los 10 funcionarios implicados iban a ser investigados para asumir las consecuencias administrativas y penales que se ameriten.

— ¿Qué mejoraría usted de las políticas del Estado y cómo?

— La irregularidad del sistema político electoral sería lo primordial. Esto es un problema que se resuelve en las urnas. En algunos espacios del chavismo deben entender que la democracia significa ganar y perder. Ellos pretenden hacernos olvidar nuestro derecho al sufragio.

— ¿Qué mensaje le daría a todos los ciudadanos que han sufrido abusos policiales en otras latitudes del país?

— Que hagamos las denuncias respectivas, sin miedo, así los organismo del poder moral no actúen. Por lo menos habrán registros. De esta forma, Fiscalía, tribunales y Defensoría del Pueblo deben tener cifras que se puedan estudiar.