Bonos y bolsas de comida: Chantaje en puntos rojos
El nerviosismo y la presión se apoderaban de su rostro. Desde la puerta de la mesa 15 en el colegio Fe y Alegría, La Chinita, la funcionaria Quintero observaba a las afueras del salón con temor, con resistencia a canjear su voto. “Ponete pilas, a lo mejor y ellos mismos allá adentro te asisten”, le comentaba una mujer de tez morena a la uniformada policial.
Sin embargo, Quintero logró sufragar sin nadie a sus espaldas. Al salir, un militar le exigió dirigirse al punto rojo fuera del plantel para escanear su Carnet de la Patria y registrar su voto a favor del candidato oficialista. De eso no tuvo escapatoria. La agente finalmente escaneó su Carnet en la alcabala del oficialismo, ratifcó su voto a Maduro y protegió su beneficio de Hogares de la Patria.
En el Zulia, la dirigencia opositora denunció la presencia de puntos rojos a menos de 200 metros de los planteles. La maquinaria trataba de captar a la mayoría de los votantes. Los canjes abundaron. Un voto en favor de Nicolás Maduro se prometió en 10 millones de bolívares como bono especial, una bolsa de comida o la garantía de contar con las ayudas del Gobierno.
En Maracaibo, hubo centros de votación donde el proceso se retrasó por la ausencia de miembros y testigos de Avanzada Progresista y Movimiento Esperanza por el Cambio, como sucedió en los colegios Caracciolo Parra Pérez y José María Antúnez, al oeste de Maracaibo.
“La oposición habla de fraude y ni siquiera viene a cumplir con su deber. Después se quejan cuando el chavismo se los lleva por delante”, expresó Antonio Fuenmayor, de 65 años.
En San Francisco, la entrega de los 10 millones de bolívares por voto se haría solo si el elector, aunque lejos de ser discapacitado o de la tercera edad, recibiera asistencia al ejercer su derecho. “La gente se aseguró de que el voto sea para su candidato. Después escanean el Carnet de la Patria del elector y le llega al teléfono un mensaje notificándole que recibió el bono”, expresó un testigo del Liceo Evaristo Fernández.
