Aveledo: “El Gobierno está aprendiendo que el poder es compartido”
Sus adversarios dentro y fuera de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) pueden no estar de acuerdo con su opción por el diálogo y la institucionalidad para reconstruir a Venezuela, pero la serenidad con que Ramón Guillermo Aveledo, exsecretario ejecutivo de la colación opositora, expone sus argumentos, dotan de aplomo y honestidad a sus palabras. Incluso por vía telefónica, como transcurrió esta entrevista.
“La oposición está en un proceso de aprendizaje. Cuando controla una rama del Poder Público, las decisiones que toma son las decisiones, ya no es solo su opinión. Ahora tiene una responsabilidad mucho más grande que antes”.
Aveledo no duda de que la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) contra la elección de los diputados de Amazonas y el representante indígena de la región Sur está jurídicamente equivocada, porque solo la Asamblea Nacional tiene la facultad para calificar a sus miembros, que gozan de inmunidad parlamentaria desde el momento de su proclamación, como indica el artículo 200 de la Constitución, y como es el caso de los legisladores desincorporados.
“Por ejemplo, si alguien impugnara la elección del Presidente, como ha sucedido en anteriores oportunidades, a nadie se le ocurre dictar una medida cautelar diciendo que, por lo pronto, suspende de funciones al Presidente de la República mientras se resuelve el fondo”.
Lo importante, añade, es que el conato de crisis constitucional se resolvió “por el gesto generoso” de los diputados de Amazonas “y por la sindéresis de la mayoría de la Asamblea Nacional”.
El cómputo de las mayorías calificadas, de entrada, no representa tantas limitaciones como se pudiera temer en la oposición en virtud de las recientes impugnaciones, a juicio de Aveledo.
“La mayor parte de las cosas que decide la Asamblea es con la llamada mayoría simple, la mitad más uno de los miembros o de los presentes en la Cámara. Hay otras cosas que requieren tres quintos, y dos tercios requieren muy pocas cosas; esas pocas cosas son pocas, porque son muy excepcionales”.
—¿Hizo bien la MUD al desincorporar a sus tres diputados de Amazonas?
—El gesto de los diputados de Amazonas es admirable. En un tiempo en el cual estamos tan acostumbrados a hablar mal de la política y los políticos, que tres dirigentes estén dispuestos a ponerse al margen del cargo, creo que es una muestra de desinterés personal, de clara jerarquización de las prioridades. Creo que la decisión es correcta porque la prioridad es preservar la Asamblea. La crisis que amenazaba al Parlamento era sumamente negativa.
—¿No se contradijo la MUD al afirmar que la sentencia del TSJ era inacatable, para luego desincorporar a sus legisladores impugnados? ¿Miedo o estrategia?
—Las estrategias se van viendo en la medida que se desarrollan. Alguna gente decía que no teníamos ninguna estrategia y que era un error concurrir a las elecciones y miremos cómo las cosas han ido sucediendo. Si a esa manera absoluta de ver las cosas estuviéramos obedeciendo constantemente,no hubiéramos llegado hasta aquí. Pepe Barbeito, un venezolano de origen cubano, decía que la política no es el arte de lo posible, sino el arte de hacer posible aquello que es necesario. Y para poder hacer posible lo que es necesario se requiere tener flexibilidad táctica.
—¿Se le abrieron las puertas a más impugnaciones desde el PSUV?
—Los diputados de Amazonas tomaron esa decisión y la MUD la apoyó, ese es el orden de los acontecimientos. Si el Gobierno y el TSJ quieren seguir por el camino irresponsable de impugnar diputados, en lo más mínimo se puede suponer que porque esto haya pasado, aumente o disminuya la posibilidad de que lo hagan. Eso es un acto independiente de esta decisión. También el Gobierno debe evaluar las consecuencias y creo que lo evalúa. El Gobierno está aprendiendo que el poder en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es un poder compartido. Que ninguna rama del poder puede hacer lo que le da la gana.
—¿La entrega de títulos de propiedad para los beneficiados de la Gran Misión Vivienda Venezuela ha sido un buen arranque para la AN en materia económica, o se debió comenzar por revisar el Banco Central de Venezuela?
—La Asamblea Nacional lo que tiene es una semana instalada, no lo olvidemos. Ese proyecto de ley a lo que está dirigido es a fortalecer la propiedad, a que la gente tenga propiedad para que por lo tanto la pueda dar en herencia, la pueda hipotecar, lo que es normal como atributo de la propiedad y lo que es normal en la legislación venezolana. Que los medios de comunicación estén presentes en las sesiones tiene una gran importancia democrática desde el punto de vista de la transparencia, que es un dato que va a hacer mucha falta en la recuperación económica: la transparencia en el manejo de la información.
—¿Qué opina de la declaratoria de emergencia económica?
—La discusión sobre el decreto de emergencia económica y el examen de la memoria y cuenta de los ministros va a dar oportunidad para que se vea la pertinencia o la aplicación de ciertas leyes y su impacto en la vida real. Porque va a tener que haber mucha información del Banco Central para poder justificar la emergencia económica. Allí vamos a ver los límites que tiene en la vida real la legislación recién dictada. Lo que no se debe hacer con respecto a esa legislación es actuar con la misma precipitación con el que el Gobierno la dictó. Hay que tomar medidas para que vaya reforzándose la autoridad del Banco Central. La primera oportunidad de la bancada opositora para demostrar su seriedad está en el modo como trámite la solicitud para la autorización del decreto de emergencia económica.
—¿Ve al Gobierno nacional liberando a los presos políticos por una Ley de Amnistía que promulgue la mayoría opositora?
—Estoy claro en que es una competencia de la Asamblea Nacional, eso está en la Constitución. Y estoy claro en la dificultad política de que el Gobierno acepte esta decisión. Porque si el Gobierno tuviera la menor intención de hacer justicia, estas personas no estarían presas, para empezar. Es posible que hagan todo tipo de maniobras para demorarlo.
