El Zulia, base de la nueva Venezuela agrícola, por Werner Gutiérrez Ferrer
En las páginas de la historia que pronto comenzaremos a escribir, al Zulia le corresponderá, seguro estoy, bajo un nuevo modelo político, económico y agrícola, asumir el papel de guiar la construcción de la Venezuela agroexportadora.
Pocas regiones del país poseen las ventajas que muestra nuestro estado, para iniciar desde aquí la urgente e indispensable labor de recuperar la producción de alimentos que reclaman 31 millones de venezolanos. Basta con dar una mirada al pasado reciente, y recordar nuestro liderazgo en diversos rubros, tal como la leche y la carne de bovino, llegando a ocupar el primer lugar en la producción nacional con 41,57 % y 17,16 % respectivamente.
Nuestra región posee 1.42 millones de hectáreas de suelos clase I, II y III, con excepcionales características para la producción de una gran cantidad de cultivos, mientras que para la ganadería podemos destinar hasta 839 mil hectáreas de suelos clase IV, V y VI. Esta disponibilidad de tierras con alta vocación agrícola y pecuaria, las poseemos enclavadas en un estado que además ofrece una serie de ventajas adicionales, que bien vale la pena mencionar para ser tomados en cuenta en esa tarea obligante que necesitamos, ocupe de manera urgente a los profesionales de las ciencias del agro, mar y forestal, de proponer un plan estratégico con metas y logros muy claros a corto, mediano y largo plazo en el tema de la producción de alimentos, y en la diversificación de la economía nacional.
En nuestro estado existe una amplia presencia de agroindustrias con capacidad instalada, subutilizada para la formulación de alimentos balanceados para animales, y para uso humano. En la planicie del río Motatan, planicie de Maracaibo y sur del Lago se han realizado diversos estudios que nos han permitido el levantamiento de la información edafoclimática básica, que nos facilitarían abordar las acciones para reactivar desde allí de manera perentoria, centros de producción de sorgo, maíz amarillo, soya, ajonjolí, girasol, plátano, cambur, yuca, palma aceitera, ganado bovino y bufalino, peces, camarón, cerdos, pollo y huevos entre otros rubros.
El Zulia cuenta con la infraestructura de agrosoporte para la recuperación y crecimiento del sector; dispone de instituciones de educación superior y centros de investigación con elevado potencial para el desarrollo tecnológico, y por último, en este breve resumen de ventajas, poseemos 17 asociaciones de productores de reconocida trayectoria que se mantienen activas y muy organizadas.
La tarea no será fácil. Para ello, será indispensable contar con el acompañamiento de organismos multilaterales, tales como el Banco Mundial, Banco interamericano de desarrollo, Comunidad andina de fomento, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, y Mercosur, entre otros. Esa Venezuela agrícola que tanto anhelamos y merecemos está ahí, no es un sueño, ni una utopía. ¡Sí se puede!
