El diario plural del Zulia

VERDADES Y RUMORES| El conflicto venezolano no pinta nada bien

 

PARTE DE GUERRA. El pesimismo gana terreno en la mayoría de la población. Es una consecuencia inevitable del “retardo” en concretar el cambio. Y coloco el motivo entre comillas, porque para unos es un retraso injustificable, sobre todo para los habladores de paja en las redes, mientras para otros es algo normal, aunque preocupante, en medio de un proceso tan complicado como el venezolano. Para quienes lanzan críticas sin sentido, es oportuno recordarles que la oposición liderada por Juan Guaidó no se enfrenta a políticos, sino a irregulares que no sólo han secuestrado el poder y beneficiado de él, sino que necesitan aferrarse al mismo porque cederlo implica, a menos que exista una negociación real, entrar a una cárcel o ser perseguido por todo el mundo. También es anormal que los “guerreros del teclado” quienes poco hacen por el cambio, aleguen que la salida es un enfrentamiento directo con el régimen ¿Quién tiene las armas de la República? Por ahora el oficialismo ¿Con qué armas cuenta la oposición? Sólo con el interés de comenzar la recuperación del país. En ese caso ¿Es viable la intervención militar internacional como alternativa? Hoy pareciera que sólo Estados Unidos tiene esa opción como posible, mientras el resto de los países ve con cautela esa posibilidad porque no sería un buen precedente para un continente que ya tiene varios sin acciones similares. A favor de la solución militar extranjera está la casi definitiva percepción, que sin eso será imposible sacar al régimen porque todos los intentos y ofertas hechas a los militares no han dado el resultado esperado. No es fácil mantener la esperanza y la fe en medio de tantas dificultades, pero entre seguir el juego a los extremistas de las redes y apostar a Guaidó y su estrategia, es claro que la última opción es la más adecuada. Mientras no hay una resolución al conflicto, el desmantelamiento social continúa con la huida de miles y miles de venezolanos a diario. No hay nada que calme a esa migración masiva, por los momentos. De no producirse un cambio urgente, la OEA estima que al final de año la diáspora superará los cinco millones de personas. Y lo peor es que no se ve una salida a muy corto plazo. Ojala esté equivocado.

OFICIALISMO. Tal como enunciamos en nuestro titular, el conflicto venezolano no pinta bien. Todo se encamina hacia una radicalización extrema que generará mucha violencia y la pérdida de vidas. Lamentable que no hayamos sido capaces de encontrar una solución intermedia que nos aleje de escenarios poco agradables. Como era de esperarse el primero en escoger el camino de la radicalización fue el oficialismo. Y lo preocupante es que ante la ausencia de una solución política, la oposición también podría tomar el camino radical. Nadie cede en sus posiciones. El oficialismo no termina de buscar una negociación que les permita a sus líderes entregar el poder y encontrar refugio en algún país que los acoja. La propuesta no oficializada de España que ofrece recibir a Maduro y a ciertos militares, no parece por ahora tener posibilidades de éxito. Parece que la decisión es resistir a toda costa y a cualquier precio. Para ello aumentaron la represión y el mejor ejemplo es la detención de Roberto Marrero con acusaciones carentes de sentido. Es un claro mensaje que enviaron y que se resume en una palabra: radicalización. El uso masivo de colectivos para aplacar las protestas por los apagones, es otra muestra. La utilización de esos grupos paramilitares para atacar a los diputados, también es otra evidencia. Pero quizás la señal más escandalosa es el arribo de un contingente de 99 militares rusos, cantidad de incluso puede ser mayor y sólo mostraron una parte del destacamento armado ruso que llegó para ayudar al régimen. La presencia de los rusos se suma a los militares cubanos que ya tienen mucho tiempo en Venezuela, pero además no debemos olvidar a la guerrilla colombiana que está en territorio venezolano. Todo forma parte de la primera línea de defensa del oficialismo, pero no sólo pensando en una posible incursión armada de Estados Unidos, principalmente, sino como mecanismo para aplastar a la oposición. La llegada de los militares rusos es un reto que le lanzan a EEUU. Usando términos del béisbol, le lanzaron el guante en la cara a Donald Trump. Esos militares no son mecánicos o técnicos que vienen a reparar el armamento de las FAN. Es claro que vienen como apoyo operacional. Como apoyo para operar las armas, como por ejemplo, el sistema de defensa antiaérea S300. Y no sólo porque de pronto los militares venezolanos carezcan de la preparación para su uso, sino ante una eventual negativa de éstos a usarlos. Están retando la paciencia de Trump y este no se caracteriza por tener esa cualidad. La decisión es evidente: atrincherarse en Miraflores. Y ante una eventual decisión opositora para marchar hacia el palacio presidencial, es seguro que los colectivos serán la vanguardia para reprimir a los opositores y causar violencia y muerte. Prefieren incrementar sus delitos de lesa humanidad, que buscar una salida negociada que reduzca su “costo de salida”. Son unos irresponsables. Quieren resistir a toda costa y cualquier costo. Uno de los problemas que enfrentan para eso es el rápido deterioro económico y social. Los largos y continuos apagones han terminado de desnudar la profundidad del colapso. Y resulta que las dificultades en el sistema eléctrico son transversales por sus efectos en otros servicios públicos, en la producción, en la seguridad y hasta en la vida dentro del hogar. Es otro ingrediente más a la calamidad que se vive en Venezuela. Contra sus planes para resistir se opone, que el problema eléctrico no podrán resolverlo a corto plazo y quizás tampoco a mediano plazo. Inclusive hasta la oscurana podría ser total y casi que permanente. El oficialismo es una máquina del tiempo que podría llevar a Venezuela a la prehistoria: sin luz, sin agua, sin comida, sin telecomunicaciones y sin sociedad. Para muchos es incomprensible que el oficialismo se niegue a una negociación que los ayude a ceder el poder, a cambio de un refugio en algunas naciones. Pero eso es parcialmente comprensible cuando analizamos sus cualidades poco democráticas y los delitos que se les imputan. Además hay que tomar en cuenta sus obligaciones con el régimen cubano. Son muchos factores que actúan para evitar esa negociación. Mientras el tiempo corre y se aleja ese acuerdo que permita una transición más o menos pacífica, también se quedan sin dinero y sin amigos suficientes que les presten recursos. El país se aproxima a una hecatombe social y económica, mientras en el oficialismo insisten en atrincherarse en Miraflores y derrotar a la agresión imperial. Ellos tomaron la decisión: la radicalización.

DESPLIEGUE. Lo que Rusia comenzó a hacer en Venezuela es un paulatino despliegue de fuerzas militares en apoyo al oficialismo. Ese cuento de cooperación técnica no lo comparte casi nadie. Si es la consecuencia de los acuerdos militares firmados ¿Por qué llegar por Maiquetía para que todo el mundo lo supiera? Querían esa exposición pública. Querían que todos supieran que Rusia ya tiene personal militar en Venezuela. Si una de las tareas es la instalación de un escudo de misiles en torno a la Base Aérea “Capitán Manuel Ríos”, en El Sombrero, estado Guárico ¿Por qué no llegaron directo a esa instalación militar como tantas veces lo han hecho? Querían enviar un mensaje a la oposición y al mundo, pero especialmente a Estados Unidos. En medio de la confusión que generó la noticia, el dirigente de la oposición, Andrés Velásquez, explicó que esos militares tenían la misión de proteger la huida de Maduro, Diosdado y los hermanos Rodríguez. Al comienzo sonó como descabellada esa versión, pero al analizar en frio tiene cierta lógica. No sería extraño que en el contingente militar también estén integrantes de la Spestnaz que son las fuerzas especiales de Rusia, o sea los equivalentes a los Navy Seal y Delta Force de EEUU y de los Royal Navy Seal de Gran Bretaña. Todo es posible en medio de la locura oficialista. Lo único certero del caso es que no se trata de un grupo de mecánicos o técnicos, porque si fuera así ¿Por qué la encabeza el general, Vasily Tonkoshkurov, quien es parte del Comando Principal de las Fuerzas Terrestres de Rusia? Ya Estados Unidos comienza a reaccionar con mayor fuerza y el mismo Donald Trump dijo que los rusos deben salir de Venezuela.

OPOSICIÓN. Ya dentro del sector adverso al oficialismo comienza a cundir el pánico porque no hay una solución luego de más de dos meses de lucha con Guaidó al frente. Y esa impaciencia es alimentada no sólo por los laboratorios del oficialismo, sino también por los guerreros del teclado que siguen pensando en su gesta libertadora dirigida desde sus teléfonos y computadoras, sino por un sector dentro de la misma oposición que no ayuda en mucho, por no decir en nada, para sacar al oficialismo. Que me disculpen sus seguidores y fanáticos, pero María Corina Machado sigue sin generarme confianza. Ella sigue en su agenda para ser Presidenta. No es parte de la lucha. Se conforma con lanzar directrices y participar en sus reuniones, pero no arrima nada al boche. Tiene su propia isla. La señora se cree con la superioridad política y moral que según ella la coloca por encima del promedio de los opositores. Siempre afloran dudas razonables sobre su conducta y muchas más sobre su plan. En la medida que avance la impaciencia, también avanza la idea de un enfrentamiento contra el oficialismo. La Operación “Libertad” podría ser el detonante de esa radicalización opositora. En ello hay un gran dilema. Si no marchas hacia Miraflores no sólo muere la iniciativa, sino que la oposición también moriría. Si avanzas hacia Miraflores se exponen a un enfrentamiento desigual con los colectivos y militares, lo que traerá como consecuencia mayor violencia y muerte. No es fácil la decisión que debe tomar Guaidó: o será culpable del fracaso, pero también lo acusarán de las muertes. La otra tarea pendiente de la oposición es la solicitud de una acción militar internacional con propósitos humanitarios, que todos saben que no tendrá nada de humanitaria. La idea de un sector opositor es que la Asamblea Nacional haga la solicitud y no hay consenso en ese sentido. Y si la hacen tampoco eso es vinculante porque no obligaría a la comunidad internacional a destinar dinero y tropas para expulsar al oficialismo del poder. Esa es una decisión soberana de esas naciones y para que ocurra se necesita de un consenso que parece lejos de alcanzarse. No es nada fácil la posición de la oposición. Está en un mejor momento que en episodios críticos anteriores, pero no ha sido suficiente para sacar a Maduro.

HISTORIA. Le tengo un interesante relato-denuncia al Gobernador Omar Prieto. Había una vez un grupo de empresarios dedicados a la producción y exportación de camarones y cangrejos, quienes a pesar de la crisis han venido aumentando su productividad y exportaciones. Hasta ahora todo bien. Esa industria es una de las pocas que crece en Venezuela y el Zulia y por eso los corruptos del gobierno de Pancho la privilegiaron tanto, porque ahí las ganancias son en dólares y euros. Al salir esa nefasta y corrupta gestión del PSUV, se pensó que todo se normalizaría. Pero no fue así. Más bien con la gestión de Omar Prieto empeoró. Resulta señor Gobernador que hay todo un operativo de cobro de comisiones a los exportadores de camarones y cangrejos. Hay una especie de “oficina recaudadora” que funciona en las aduanas aéreas y marítimas. Los afectados las llaman “mesitas” de cobro. Esas oficinas producen en conjunto $40.000 por semana y estas ganancias son el resultado de una especie de “vacuna” que le cobran a los empresarios. O sea que al mes pueden producir $160.000 aproximadamente, aunque no invierten nada, ni asumen riesgos ¿De dónde sale esa cifra tan estrambótica? De los mismos “recaudadores” que como se han hecho amigos de quienes son martillados, sueltan la lengua y cuantifican las “recaudaciones”. Señor Gobernador, Omar Prieto ¿Sabía usted de esta operación de cobro de vacuna? Estoy seguro que sí ¿Sabe usted quienes son los autores intelectuales y materiales de esa matraca? Estoy plenamente seguro que si ¿Sabe usted quienes son los beneficiarios de esa “recaudación”? Por supuesto que sí ¿Actuará para frenar esa acción irregular? Estoy plenamente seguro que no. Gracias por su atención señor economista Omar Prieto Fernández.

MILITARES. La radicalización que decidió el oficialismo como camino, coloca a los militares en una encrucijada en su apoyo a ellos. Es claro que los generales del alto mando estarán de acuerdo con esa radicalización, pues no hay evidencias que demuestren lo contrario. Lo que no está claro es que piensan sobre eso el resto de los militares que de pronto no quieren verse atrapados en las consecuencias que traerá esa radicalización. Por los momentos están preparándose para un posible ataque militar, colocando en alerta los sistemas que están operativos. Aunque usted no lo crea, no todas las armas vendidas por los rusos es chatarra. Hay equipos modernos y que generan temores a los gringos, como por ejemplo el sistema de defensa antiaérea S300 que ha demostrado su efectividad en Siria. Sin embargo. No hay plena confianza en la disposición de lucha de los militares y para eso, en parte, trajeron a los rusos con el fin de operar el armamento más sensible y útil. La otra duda es la disponibilidad para encabezar una violenta represión si la Operación “Libertad” decide ir a Miraflores. Ya una vez un suceso similar en 2002 fue causante de una disrupción en el mundo militar. Eso podría ocurrir de nuevo. A pesar de las dudas es prudente no mantener muchas expectativas con el rol de los militares.

DUDAS. Cuando leo que algunos políticos están en una especie de campaña electoral caminando algunos barrios y sin llevar un mensaje de cambio real, llego a la conclusión que ese personaje está alejado de la realidad actual donde la gente quiere una salida de la crisis ¿O será que sus objetivos son distintos a los de la mayoría? Esa percepción la tuve el pasado fin de semana cuando en redes sociales vi a Manuel Rosales haciendo una caminata por un barrio en Maracaibo. De inmediato me pregunté ¿En que anda Rosales? Parece andar en campaña, aunque desconozco para cuál elección ¿Perdió Rosales las perspectivas de la situación del país? Pareciera que sí ¿Entiende que si aquí no hay un cambio de modelo no habrá elecciones, ni electores de oposición? Creo que no ¿Está haciendo algo Rosales para salir de Maduro? No mucho, para no ser extremista y decir que nada. Hablando de errores, se terminó de demostrar que su seleccionada para ser embajadora en Costa Rica fue un error muy grave. Eso le pasa por sólo mirar en su entorno. Eso le pasa por sólo querer complacer a su socio Rubén Barboza. Por eso tiene la casita de UNT ardiendo a fuego lento. Cada vez estoy más convencido que Manuel Rosales debe retirarse de la política activa. No aporta nada en este momento y tampoco lo hará en el futuro. Su tiempo pasó. Pocos lo van a extrañar.

COMUNIDAD INTERNACIONAL. La presencia de militares rusos en Venezuela marca un antes y un después en la conducta de la comunidad internacional. Están siendo retados por el oficialismo. El reto mayor es contra Estados Unidos. Es una medición de la tolerancia que esa nación tendría ante el despliegue militar ruso en el hemisferio, cosa que no ocurría de forma grave desde la crisis de los misiles en Cuba ¿Cómo responderá EEUU? Pero principalmente ¿Cómo responderá Trump partiendo de su comportamiento poco apegado a los cánones políticos tradicionales? ¿Tolerará que los rusos tengan activa presencia en el continente? Por ahora la única decisión es incrementar las sanciones para debilitar al régimen. Eso va bien, porque los efectos de esas decisiones comienzan a mostrarse con mucha fuerza, como por ejemplo las dificultades que tiene PDVSA para vender petróleo; pero no es una solución a corto plazo lo que colisiona con las urgencias de la mayoría de la población ¿Y la acción militar? En eso no hay consenso. Los planes están y se actualizan permanentemente, pero no hay una decisión tomada. Y dudo que sin un consenso aunque sea parcial, Trump decida enviar tropas a Venezuela. Para muchos demócratas latinoamericanos no es sano que se propicie una invasión a nuestro país. Pero tampoco es sano que se permita la destrucción de un país a manos de unos irregulares. La comunidad internacional tampoco tiene una decisión fácil. Lo cierto de todo es que hay mucho movimiento y muchas conversaciones en marcha para encontrar una salida al conflicto. El cual por cierto, no pinta nada bien.

ESPAÑA. Una vez se supo que la inesperada visita de José Luis Rodríguez Zapatero a Caracas, tenía que ver, entre otras cosas, con transmitir el ofrecimiento de refugio del gobierno español a Maduro; el canciller de esa nación, Josep Borrell, salió a desmentir esa oferta. Mis fuentes sostienen que si hay una propuesta ¿Por qué entonces lo niega el gobierno del socialista Pedro Sánchez? Porque es normal que esos ofrecimientos sean mantenidos alejados de la opinión pública para evitar que se “contaminen”. Pero además si eso fuera hecho público, se convertiría en tema de la campaña de cara a las elecciones generales del 28A y sería usado contra el PSOE.

VATICINIO. Cuando Jorge Rodríguez salió a mentir para culpar a otros del nuevo apagón nacional, dejó colar una frase que llama la atención: “Quieren dañar en modo definitivo el sistema eléctrico”. Pareciera que está preparando al país para nuevas emergencias eléctricas y quizás para un blackout peor al que mantuvo a oscuras a toda la nación por más de 100 horas ¿Haciendo control previo de daños? Los nuevos apagones son la consecuencia de los errores cometidos con la sobre explotación de Guri. Tal como lo explicamos en VyR, no han podido estabilizar el sistema porque los daños que ellos mismos causaron, son verdaderamente graves.

 

 

 

 

 

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