El diario plural del Zulia

Un deber insoslayable, por Jorge Sánchez Meleán

En menos de un mes, en la provincia venezolana habrá que tomar una decisión fundamental, dentro de la ruta de devolver al país, la democracia y el Estado de Derecho: la elección de nuevos gobernadores de estados. Los venezolanos debemos estar bien conscientes de que ninguna dictadura y menos si es de inspiración marxista, entrega el poder de manera pacífica, aceptando los mecanismos constitucionales establecidos, pero eso no implica que no debamos acudir ellos cuando se vean obligados a cumplirlos. Por ello no aceptaron someterse a un referéndum revocatorio del mandato presidencial en 2016, ni se atrevieron a realizar las elecciones de gobernadores en diciembre de ese año, cuando correspondían.

Dieron si una patada a la mesa del dialogo instalada en ese momento con mediación del Vaticano, incumpliendo todos los acuerdos. Y al comenzar el año 2017 arreciaron el desconocimiento de la Asamblea Nacional de manera descarada. Pero la reacción heroica del pueblo venezolano, al ejercer su derecho a la protesta paró en seco esta arremetida totalitaria. El centenar de compatriotas masacrados por la violencia gubernamental puso de manifiesto ante el mundo la grave crisis venezolana. Estos héroes, en su mayoría jóvenes, son tan importantes en nuestra historia como los caídos en la Victoria, en 1814. Hoy Venezuela es un problema mundial gracias a su sacrificio. Hoy el mundo está comprometido en devolver a este país la democracia perdida, gracias a la sangre derramada por estos héroes del civismo y la libertad.

De allí, que el mejor homenaje a su memoria y al esfuerzo de tantos venezolanos que dieron la cara de abril a junio, en nuestras calles, es acudir masivamente a las urnas el próximo 15 de octubre, para elegir nuevos gobernadores opositores a este régimen. Los resultados de esos comicios deben ratificarle al mundo quien tiene la mayoría en Venezuela. Deben ratificarle a propios y extraños el carácter fraudulento de una mal llamada “Asamblea Constituyente”, mal electa sin el consentimiento de esa mayoría. Deben servir para sacar lo antes posible de las cárceles del régimen a los presos políticos. Serian el mejor aval para abrir definitivamente los canales humanitarios de alimentos y medicinas que el pueblo requiere con urgencia.

Una victoria aplastante de los demócratas de este país el proximo 15 de octubre sería la mejor forma de rechazo, a un régimen que está destruyendo a Venezuela y a los venezolanos. Obtener una mayoría clara de gobernadores significaría el cambio de poder de abajo hacia arriba. Un equipo de líderes regionales, esparcidos a lo largo y ancho del país, con una visión democrática y descentralizadora del poder, sería el mejor catalizador para una elección presidencial más temprano que tarde. En fin, un resultado electoral contundente de rechazo al régimen el próximo 15 de octubre, sería el mejor aval para acordar con el Gobierno, en las mejores condiciones, y con la compañía de países amigos, una salida democrática para un país que ya no aguanta más sacrificios.

En consecuencia, votar por la oposición venezolana el 15 de octubre es un deber insoslayable de los demócratas venezolanos, y el mejor homenaje a quienes dieron su sangre para denunciar ante el universo, la grave crisis que nos aniquila ¡Que nadie se quede sin votar bien!

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