El diario plural del Zulia

"Tiempo de cuaresma", por Rubia Luzardo

El miércoles de ceniza inició la cuaresma que representa los cuarenta (40) días de preparación para la semana santa, tiempo litúrgico en el que recordamos la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Estos días nos permite prepararnos espiritualmente para recibir el amor y a su vez, otorgar perdón y misericordia del que sufre y padece.

Hoy, el país y su gente necesita la concurrencia de estas manifestaciones vertidas a través de la solidaridad con los más necesitados, perdón y encuentro. Toca mirar al otro como hermano, esa es la ruta a seguir por los venezolanos, ya basta de tanto odio y división en los sectores sociales, debemos ser humildes porque ante los ojos del creador todos somos iguales, y éste no nos distingue por color, religión, grupo social o político.

Ya bastante sufre la humanidad con guerras producidas por divisiones que persiguen el poder y la hegemonía, las victimas siempre son los más vulnerables socialmente. El siglo XXI pareciera encaminarse a la tercera guerra mundial, nuestro continente americano caracterizado históricamente por la barbarie y el saqueo del invasor, hoy se distingue por la corrupción de sus gobernantes, impunidad e injusticia social en todos sus niveles.

Lamentablemente Venezuela, protagoniza una crisis social y humanitaria que sus gobernantes de turno se niegan a declarar, sin embargo; en la psique colectiva está hace rato reconocida, ya nadie se salva de sufrir algún padecimiento de la escasez de alimentos, medicinas, asistencia hospitalaria, inseguridad o abuso de los organismos de orden público. Cuando los derechos humanos de los ciudadanos se vulneran constantemente, lo que se espera es el resurgimiento de la institucionalidad democrática.

Para nadie es un secreto que todos los intentos de diálogo con el gobierno nacional han resultado infructuosos y eso no nos posibilita el camino a la paz, el pueblo venezolano es quien más sufre y clama justicia social. Tanto el gobierno como la oposición deben reconocer sus decisiones desacertadas, siendo conscientes que la polarización ha hecho mucho daño. Escuchemos el llamado de consciencia del Pontífice Francisco: “…no puede haber paz, sin diálogo que lleve al respeto a la dignidad humana”.

Aprovechando la cuaresma, como tiempo perfecto para la resurrección del amor y la misericordia, nos une a los venezolanos, la oración y la fe en el hijo de Dios a quien le pedimos interceda por las situaciones adversas en lo económico, social y político del país y el mundo. Desde esta tribuna, evocamos el patriotismo, humanismo solidario y la religiosidad de los venezolanos para el comienzo de un sincero esfuerzo por la reconciliación nacional, diálogo, tolerancia, fraternidad, amor y sobretodo esperanzas por la renovación de los líderes gubernamentales.

Lea también
Comentarios
Cargando...