El diario plural del Zulia

Sufragar es un derecho, por Rubia Luzardo

El próximo domingo 10 de diciembre los venezolanos estamos convocados para elegir a los alcaldes y en el caso del Zulia nuevamente al Gobernador, es una realidad dada, sea de nuestro agrado o no, se trata de una jugada política que demanda decisiones inmediatas y certeras.

En tal caso, la decisión de votar será de cada ciudadano y no de los partidos políticos. En esta ocasión, se observa más el sufragio como derecho que como condicionamiento de los actores políticos en pugna. Ciertamente hay un ambiente que muestra a una ciudadanía inmersa en resolver sus asuntos más inmediatos, no obstante también están preocupados por el futuro de los municipios y región.

Este día también nos recuerda la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, la cual proclamó los derechos inalienables inherentes a todos los seres humanos, sin importar su raza, color, religión, sexo, idioma, opiniones políticas o de otra índole. En sus principios nos encontramos todos, porque la equidad, la justicia y la libertad son los opuestos a la violencia y la guerra.

Considerando que, los derechos universales se configuran desde los sitios más recónditos.
Citando textualmente a Roosevelt: “Si esos derechos no significan nada en estos lugares, tampoco
significan nada en ninguna otra parte”. Toda nuestra acción debe estar dirigida a defenderlos, promoverlos, en el caso del ejercicio del sufragio como derecho de participación política en el marco del funcionamiento de la democracia resulta irrenunciable.

Y en torno a ello, tenemos que estar conscientes que los venezolanos anhelamos la libertad en todo sentido incluso, el acto del sufragio es un derecho propio al que no debemos estar dispuestos a renunciar. Los mayores protagonistas en este tiempo, consideramos que estarán concentrados en el sector juvenil, como fuerza que se ha venido formando en la lucha social por conquistar la libertad, justicia social y el bien común.

Válido este día para repensar, nuestro deber histórico en la lucha por los derechos humanos en el marco de la libertad, la participación política y búsqueda de alternativas de solución a la crisis humanitaria que sufre el país, el Zulia y sus diferentes municipios, no es tiempo de guerra, es necesaria la paz, el encuentro, la unión fraterna entre hermanos y el perdón. Los actores políticos tienen que reinventarse y sincerarse para bien de todos, los elegidos el domingo tienen una alta responsabilidad con las demandas sociales actuales. Las manipulaciones, amenazas y presiones al elector tienen que acabar porque son contrarios a los principios democráticos. Todos somos políticos, actuemos como tal, en el marco de la sana convivencia.

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