El diario plural del Zulia

Reyber Parra Contreras // Ideas filosóficas del Dr. José Gregorio Hernández Cisneros

El Dr. José Gregorio Hernández Cisneros es un personaje de gran valía en la historia de Venezuela, a tal punto que su vida y facetas científica, docente y cristiana (sobre todo esta última) se han mantenido presentes en la memoria colectiva de las generaciones de venezolanos de todo el siglo XX hasta la actualidad.

En los escritos del Dr. Hernández pueden identificarse varios trabajos con contenido filosófico. De estos, prestamos atención a dos, con el propósito de bosquejar su interpretación de la libertad y del determinismo. En primer lugar, encontramos el libro: Elementos de Filosofía, del año 1912; un segundo escrito, también del año 1912, se titula En un vagón.
Elementos de Filosofía contiene una sinopsis de historia de la Filosofía, con énfasis en aspectos epistemológicos y ontológicos. En general, su contenido es descriptivo, a fin de ofrecer una síntesis de los postulados de diversas corrientes filosóficas; en ocasiones emergen los argumentos, con la intención de refutar ideas que son contrarias a la ortodoxia o pensamiento tradicional, como es el caso de la sección sobre la voluntad (tercera parte de la obra), donde se cuestiona el determinismo psicológico.

En un vagón es un cuento que da continuidad al proceso argumentativo esbozado en el trabajo anterior, esta vez con mayor profusión a pesar de la narrativa concisa que le caracteriza. El relato tiene el propósito de hacer ver algunos errores que el Dr. Hernández encuentra en la “novedad” expuesta por sistemas filosóficos (cientificismo y determinismo) que niegan la “buena doctrina” de la Iglesia.

Con respecto a la noción de libertad, Hernández plantea que el libre albedrío viene dado por la elección de la voluntad o “el poder para elegir entre muchos actos posibles”, cualidad que sirve de fundamento a la personalidad. Cuando la persona guía su voluntad mediante principios racionales, desarrolla el carácter, donde convergen las convicciones y la voluntad firme. Este razonamiento se fundamenta en la doctrina de Santo Tomás de Aquino sobre la libertad (voluntad y libre albedrío), que a su vez se desprende del pensamiento aristotélico y las enseñanzas de los Padres de la Iglesia.

En relación con el determinismo, Hernández cuestiona su posición contraria con respecto a la libertad; se trata de una doctrina que intenta apoyarse en la estadística, de donde obtiene unos resultados que expresan regularidades o patrones de comportamientos, pero no explora según Hernández “el estado psicológico de los individuos que ejecutaron dichos actos”, quedando, en consecuencia, al margen de la conciencia, “testigo perfecto de la existencia de la libertad humana”.
La perfección moral está presente en el ideario del Dr. Hernández, convicción que se sustenta en el tomismo, donde la voluntad guiada por la razón, facultan al hombre para su perfección. De esta manera, la noción de libertad, de la moral y la visión del hombre en su conjunto en el pensamiento de José Gregorio Hernández, se cimentan en la tradición escolástica, con énfasis en Santo Tomás de Aquino: acá identifica la “buena doctrina”, aquella que conforma un mismo sistema con la fe católica.

Ciertamente, el Dr. Hernández abrazó la Filosofía Cristiana. Además de él, otros intelectuales venezolanos de finales del siglo XIX -de condición seglar y universitaria-, asumieron esta orientación y la defendieron mediante publicaciones hemerográficas y bibliográficas donde confrontaban la “novedad” de las ideas heterodoxas (algunas modernistas, otras positivistas o evolucionistas). Cecilio Acosta, en la zona central; Manuel Dagnino y Francisco Ochoa en Maracaibo, fueron algunos de estos intelectuales.

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