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Raúl Ochoa Cuenca | ¿El espíritu de Pétain en Matignon?

En Francia resulta que al primer turno de las elecciones presidenciales de abril del próximo año -y por primera vez en un país donde el sistema político tiene como base la democracia- se enfrentarán 3 mujeres representando las principales tendencias políticas del momento de ese país inspirador de libertades.

Efectivamente, en estas venideras elecciones, hay tres damas, dos son de derecha o centro derecha y una la misma que aparece de segunda en los sondeos del 25 de noviembre es de extrema derecha. Hecho esteque comportaun fenómeno en la política, no sólo francesa sino también europea, ya que por primera vez el candidato de la izquierda está estancado en un mísero 6 %,siendo además el hecho no menos importante en una sociedad que evoluciona incesantemente hacia el pleno reconocimiento del valor de la mujer. Me refiero a la señora Anne Hidalgo, española de nacimiento, quien es la Alcaldesa de una de las principales capitales del mundo: París, la ciudad que enciende diariamente las luces de la idea de la libertad para el mundo entero.

Pero hay una candidata, la señora Marine Le Pen quien representa al partido llamado Rassemblement National o Agrupación Nacional yquien en la última encuesta emitida por el Instituto Francés de Opinión Pública, el IFOP, aparece en segundo lugar a solo 4 puntos detrás de lo asignado al Presidente Macron. Me referiré a esta candidata y obviamente a sus raíces tanto familiares como ideológicas. Creo que una victoria de la señora Le Pen sería catastrófica para el mantenimiento del lema que con orgullo Francia expone en el mundo desde el 14 de Julio de 1789, al producirsela toma de la Bastilla: «Libertad, Igualdad y Fraternidad».

El partido que la sostiene y del cual Marine Le Pen es la máxima dirigente, lo recibió en herencia de su padre el fundador del Frente Nacional, partido este que nació inspirado en ideas colonialistas y fascistas y quien consiguió aglutinar a parte de las fuerzas ultranacionalistas de Francia en torno a su formación, la cual en 1972 la llamó “Nuevo Orden” compuesto por un conglomerado de asociaciones, partidos y movimientos de ultraderecha, el cual se presentó por primera vez a las elecciones presidenciales en 1974, con Le Pen como candidato, obteniendo un exiguo 0,74% de los votos.

Merece destacarse que los partidos de izquierda siempre habían sido un tornillo que ajustaba parte de esa estructura política que mantenía Francia con su motor encendido siempre y que convirtió aquel país destruido por el Tercer Reich en la cuarta potencia económica y militar del mundo contemporáneo.

Pero entonces es obligado preguntarse ¿Cómo ha sido posible que la candidata de un partido del cual su fundador fue un simpatizante del gobierno del Mariscal Petain, aliado de Hitler, y el, Jean Marie Le Pen, quien fuera acusado de aplicar la tortura a su paso como agente de inteligencia durante la guerra francesa-algeriana, está hoy en segundo lugar en los sondeos a pocos puntos detrás del presidente Macron ?

Según algunos politólogos la explicación es la siguiente:«Marine Le Pen culminó su objetivo, que fue cambiar la imagen del Frente Nacional, la percepción partidista ante la opinión pública. Se rodeó de un grupo de líderes que no se parecen a los colaboracionistas del régimen del Mariscal Petain en Vichy,quienes erancolonialistas a ultranza y admiradores del fascismo que lideraron el partido en sus primeros días, sin olvidar sus posturas racistas.

El mundo todavía recuerda con estupor cuando el líder del partido antes mencionado, el ultraderechista Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, el 29 de junio del 2006 consideró que los franceses no se sentían «completamente representados» por su selección nacional de fútbol porque «quizás» el seleccionador «ha exagerado la proporción de jugadores de color». Dicho en otras palabras, no obstante que son franceses igual a él, no siendo blancos no deberían estar en la selección de Francia. Aun cuando la hoy candidata Marine Le Pen tiene en las encuestas un segundo puesto en la intención del voto, siempre tendrá en primer lugar su desenfrenado odio hacia los inmigrantes, bien sean negros, árabes, asiáticos o latinos, odio anteriormente expresado y hoy aparentemente olvidado. (consejos de sus asesores).

(Nota: Esto fue afirmado por este racista en el 2006, y me permito, no obstante que es un trabajo escrito dos año y medio antes que hace solo 2 días, el 23 de junio del 2024, el candidato Donald Trump, con quien muchos latinos americanos simpatizan, dijo durante un discurso, refiriéndose a la comunidad migrante con el mismo lenguaje deshumanizador que lleva años usando, desde su campaña presidencial en 2016 hasta solo la semana pasada. Siendo fiel a su guión, Trump reiteró que los migrantes que llegan a Estados Unidos “vienen de prisiones” e “instituciones mentales” y son en su mayoría “traficantes de drogas”, “pandilleros” y “asesinos de muchas maneras diferentes”. Unos días antes, en un podcast grabado el pasado miércoles y publicado el jueves, el republicano había dicho exactamente lo mismo, añadiendo que los migrantes son también terroristas. (https://elpais.com/us/migracion/2024-06-24/trump-propone-crear-una-liga-de-luchadores-migrantes-para-que-se-peleen-entre-ellos.html)

Podríamos concluir esta breve nota sobre un primer enfoque del proceso que a partir del primero de enero se desarrollará con mucha fuerza en el país de Robespierre y de De Gaulle. Y tengo que preguntarme que está ocurriendo en esa sociedad cuna de libertades, donde una candidata, la señora Le Pen, que no obstante el maquillaje, siempre en su ADN estarán los sentimientos contrarios a lo que representó la toma de la Bastilla.Y el odio que históricamente han pregonado ¿ quedará olvidado simplemente porque le cambiaron el color del maquillaje a sus ideas pasando del color negro fascista al color azul celeste que combina con todo?

Raúl Ochoa Cuenca, en Anfi del Mar el 6 de diciembre 2021.

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