El diario plural del Zulia

Prosperidad, por Padre Jaime Kelly MSC

¡Feliz el hombre que tiene al Señor y valora muchos sus mandamientos!. Su semilla será pujante en el país, los retoños del hombre bueno serán benditos. Habrá en su casa bienes y riquezas…” Sal 112,1-3.

Hermanos, estamos viviendo tiempos difíciles y de gran crisis económica. Cuán difícil es rendir el presupuesto familiar y mientras más ingresos buscamos, más asombrados y angustiados nos sentimos al ver que se escurre como el agua entre los dedos. Todo ello conlleva un gran esfuerzo y desgaste físico (duplicando el trabajo y esfuerzo), y desgaste emocional, ante las preocupaciones por cubrir todas las necesidades básicas, sociales y de recreación.

Sin embargo, ante ello Hermanos, el salmista nos da la clave para que en medio de nuestras necesidades y limitaciones se manifieste la Gracia y la Bendición de Dios. La clave para la prosperidad y el auxilio del cielo es el Santo Temor de Dios, y vivir en el cumplimiento de sus Mandamientos.

El don del Temor de Dios no significa “miedo a Dios”, ¡de ninguna manera!, no es tenerle miedo, sino es tener un amor tan grande que “tememos hacer cualquier cosa que le desagrade”. No es actuar porque temamos su ira o un castigo, sino porque buscamos evitar ofenderlo hasta en lo más mínimo. El amor filial, lleva al cristiano a evitar todo pecado, porque ama a Dios Padre y no quiere causarle ningún disgusto. La Primera Carta de Juan 4, 18, nos dice: “El amor perfecto echa fuera el temor”. Entonces el “Temor de Dios”, no consiste en “miedo a Dios”, sino en un amor perfecto que nos lleva al dinamismo espiritual que le agrada al Padre.

Jesús para acercarnos más a la Imagen de Dios Padre, nos dijo: “El que me ve a Mi, ve al Padre” (Jn14,9). A Jesús nadie le tenía miedo. Todos buscaban acercarse a Jesús, pues en Él encontraban perdón, salud, bondad y eso era lo que Jesús quería que todos encontraran en el Padre. Jesús amaba tanto a Su Padre, que llegó a decir : “Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre que está en el cielo” (Jn 4, 34).

Hermanos , y ¿cuál es la voluntad del Padre?. Él quiere que cumplamos sus mandamientos. La segunda clave para la prosperidad, como nos lo dice el salmista. El amor a Dios nos lleva a cumplir su voluntad para agradarle y quien cumple sus mandamientos vive en la Santidad de vida y eso es lo que agrada a Dios, pues construye la civilización del AMOR.

Quien sirve a Dios en sus mandatos y con amor , el Señor le bendice abundantemente y llega la Prosperidad. Se multiplican sus bienes, vivirá en la paz, con salud, con alegría y con un corazón agradecido.“Felices los que temen al Señor y siguen sus caminos. Comerá del trabajo de sus manos, esto será tu fortuna y tu dicha”. Sal 128,1-2.

Acerquémonos al Señor en los Sacramentos, en la Adoración al Santísimo Sacramento, es el mismo Señor que se ha quedado en la Eucaristía para darnos Vida y vida en Abundancia. Oremos por nuestras familias, por nuestro País, por el mundo entero. Que la Bendición de la prosperidad llegue a cada uno de ustedes y a toda su familia. Amén.

Lea también
Comentarios
Cargando...