El diario plural del Zulia

Nelson Chitty La Roche | ¿Furia bolivariana o simplemente tiranía?

La ira es un sentimiento de furia e indignación contra alguien, representado con gran pasión, y en el que el individuo se deja llevar por sus impulsos y, a menudo, actúa en forma irracional, facultad de psicología.

El 23 de enero del 2024 se pensó sería, una jornada popular de protesta y/o acaso, una convocatoria para concentrar seguidores; de un lado, la oposición que busca rencontrarse alrededor del ingeniero, María Corina Machado y del otro, los arriados funcionarios públicos, que sin mayor emoción desfilarían, al bajarse de autobuses semivacíos que venían de todas partes del país, simulando interés y sentida adhesión, al gobierno de Maduro.

No suscitó sin embargo la efeméride, una asistencia acorde con las expectativas de ninguno de los bandos. Pudiéramos decir que, se apuntó otro déficit de militancia y tal vez también, ausencia de compromiso del cuerpo político, pura y simplemente dicho.

Hay que reflexionar más sobre la peligrosa huelga ciudadana que, salvo en la primaria que ganó MCM, se ha evidenciado desde hace ya varios años, afectando al sistema democrático y mostrando la decepción de las mayorías y, sobre todo, un entorno antipolítico que puede, de persistir, mantener vigente, el espíritu de la abstención que por cierto, es objetivo del ponzoñoso chavomadurismomilitarismocastrismoideologismo que ha lisiado a la nación y que quiere seguir medrando concupiscentes, de las mieles, las que quedan, del poder y, especialmente, no rendirle cuenta ni a Cristo nuestro señor. ¡A por la impunidad a rajatablas!

Empero, la demostración reiterada del desgaste de la revolución de todos los fracasos, originó, al parecer, que de su esencia fascista emergiera la que denominaron furia bolivariana, (perdónalos libertador porque, en realidad son ontológicamente cínicos y kakistócratas, a  mayor abundamiento) para complementar ese discurso agresivo y venenoso, desde el gobierno, salieron a reprimir y tratar de amedrentar, una vez más, anunciando, ese adalid de la injusticia, Tareck William Saab, detenciones y procesos dignos de las peores etapas del período de acción de la KGB.

La furia, la ira, anuncian conductas de aquellos que las padecen, sin control, sin mesura a menudo, sin responsabilidad y suelen invitar reacciones del mismo calibre. ¡Cuidado con esa furia, que sale del recelo pavoroso que les causa verse separados de sus dignidades, por lo que se les pueda imputar, reclamar, castigar!

Miedooooo, odio, desesperación, entre otras expresiones de su bajo psiquismo, promueven esa fingida furia, esa criminalización de la ciudadanía, ante el inobjetable, el inocultable, el ineluctable hecho del divorcio de las otrora mayorías poseídas por los demonios de la demagogia y condenadas a entregar, el predominio, el mando, el poder.

Me preocupó escuchar a Maduro, hablar de conspiraciones militares en la presentación de la Memoria y Cuenta, la semana anterior. Me angustia ver crecer la lista de presos políticos, la amenaza que acompaña la comunicación de los detentadores del poder, la continuidad de la estampida hacia la diáspora.

La fachada democrática apenas cubre el rostro que está debajo pero que, ya intuimos que se trata del de la tiranía y su violencia. Muchas guerras civiles comenzaron así.

Pongamos todos atención a lo que puede pasar, recordemos ese consejo, esa advertencia, “Ten cuidado de la ira, del miedo, de la agresividad, de ese lado oscuro que ellos constituyen. Una vez que entras en el sendero oscuro, dominará tu destino para siempre.”

 

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