El diario plural del Zulia

Nelson Chitty La Roche | Fuente Ovejuna y la elección del 28 de julio de 2024

“Solo es brillante aquel que nunca llega.” Creo leerlo o me dijeron que era de Goethe

Antes que alguno pretenda inferir que solivianto los espíritus al recordar una obra que constituye un clásico de la literatura española y cuya lectura suele ser exigida en varias asignaturas cursantes en la primaria y en el bachillerato en nuestro país, acoto que solo me refiero a la acción conjunta de los conciudadanos que se darán cita en la fecha mencionada para decidir por su voluntad y en acto soberano, el cambio del primer magistrado nacional, léase, del presidente de la república de manera pacífica, libérrima, constitucional y legal, secreta y transparente en comicios regidos por la autoridad electoral competente.

Desde luego, estoy pensando en la comunión de la nación, como un todo, en un momento crucial de la vida de la desrepublicanizada Venezuela, agónica, desmembrada, desarraigada, desesperanzada y misérrima para juntos y al unísono actuemos, cual ciudadanos dignos votemos, para darnos no solo otro presidente sino, otro régimen y un retorno a la institucionalidad, al estado constitucional de derecho, democrático y de justicia, a una economía productiva y empleadora, al total ejercicio de nuestras libertades y, a la superación de los esquemas de dominación a los que estamos sometidos, por la fuerza de un estado policial y represivo y el conculcamiento de los diversos órganos llamados a preservar nuestra integridad y nuestra autodeterminación.

El chavomadurismomilitarismocastrismoideologismo pretende privarnos del derecho a decidir soberanamente a quién confiar la presidencia de la república en las elecciones del 28 de julio del 2024. Contamos con una venezolana de excepción escogida en la consulta denominada primarias, ingeniero, madre de familia y servidora pública María Corina Machado y violando la constitución y la ley, despavoridos fraguan, con la ayuda de poderes venales y prevaricadores, una inhabilitación sin fundamento y sin conceder a la ciudadana, la garantía del debido proceso.

Piensa el hegemón que, “por las malas” si puede ganar y huyéndole a la evidencia que apunta a una derrota, ante el consistente liderazgo de María Corina, inventa una sórdida y ominosa maniobra para dejarnos si su desempeño como nueva conductora del país, como lo desea el pueblo venezolano y nos lo confirman, todas y cada una, sin excepción, las encuestas y estudios de opinión.

La idea es disuadir a los venezolanos de ir a votar, quitarnos el derecho a hacerlo, pero especialmente, intimidarnos, acobardarnos, presionarnos, para ellos seguir acabando con el país. Esta demasiado claro para que no nos demos cuenta, ¿y entonces?

María Corina debe liderar, asumir la carga que solo ella puede y debe posesionarse. Ella ha dicho que la ruta es la electoral y que la liberación de Venezuela es el objetivo de todos y por eso la veremos, midiendo sus pasos, recomendaciones, decisiones y consultando a ese pueblo que apostó a su discurso y a su valentía y debe hacerlo, mostrando que es patriota, abnegada y responsable. Con ella adelante y todo el pueblo detrás, ya no será fulano o mengano sino Venezuela quién ganará ese duelo de voluntades como diría, Carl Von Clausewitz, en su Tratado sobre la Guerra.

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