Ángel Montiel | Modernizar las vías fronterizas
Las vías terrestres que unen a Venezuela con los países vecinos como Colombia y Brasil son un verdadero desastre.
La razón es que son en primer lugar angostas, llenas de huecos, en montadas, peligrosas, sin iluminación y por supuesto la infaltable alcabala móvil legal o ilegal que solo sirve para pedirle dinero a los transeúntes nacionales o los que vienen de otros países.
Todo esto dificulta el comercio bilateral entre las naciones como Venezuela porque se convierte en una hazaña del lado de Colombia y del lado brasileño para llegar a cualquier destino en Venezuela.
En este sentido, las vías terrestres que Venezuela posee en la actualidad fueron construidas la mayor parte durante la democracia y gracias a esa iniciativa de los gobiernos democráticos de Betancourt, Caldera, Leoni, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera se logró que Venezuela tuviera sus ramales terrestres de conexión con esas naciones siempre en buen estado.
Pero, ¿Qué ha pasado? La respuesta es sencilla dar en concesión la construcción y mantenimiento a modernas vías como esas que unen a Canadá con Estados Unidos, a México con Estados Unidos o las naciones europeas que son cómodas, seguras y por donde transita todo el comercio internacional.
Por supuesto, todo esto si sería un gran logro de los venezolanos para incentivar la interconexión, la hermandad y el comercio.
Es urgente, y no se trata de un asunto de pensarlo y repensarlo es urgente atacar ese problema.
De Maicao a Maracaibo la carretera Troncal del Caribe es angosta, llena de huecos, curvas peligrosas que han costado muchas vidas, alcabalas móviles en cada tramo, sin iluminación ni auxilio vial, donde si te accidentas eres seguro una víctima del hampa.
Venezuela comparte con Colombia una frontera viva de más de 2.219 km dónde siempre ha existido un intercambio comercial vigoroso y permanente aún en las condiciones más adversas.
La carretera que va de Santa Elena de Guairen a Boa Vista es mucho más segura pero también carece de iluminación, señalización solo para poner dos ejemplos.
Así estarían otros países con los cuales se enlaza Venezuela como Guyana que también requiere una vía apropiada.
Es bueno recordar que Leopoldo Sucre Figarella “El Zar de Guayana” fue el artífice de la carretera que unió a Venezuela con Brasil cuando nadie creía en ese proyecto.
Actualmente Venezuela tiene un total de 5.161 km de fronteras que comparte con Colombia, Brasil y Guyana.
Es necesario rescatar y activar esas vías terrestres como un mecanismo dinámico de intercambio comercial para nuestra deprimida economía.
Para cualquier comentario: @angelmontielp
