Mara sumida en la pobreza, por Rubia Luzardo
En Mara se detuvo el tiempo y lo que pareció ser un vertiginoso desarrollo local, producido en el marco de una nueva forma de gobierno y la bonanza petrolera de principio de este siglo, se ha desvanecido y se puede observar en el estado decadente de sus principales vías, en el servicio de transporte, telecomunicaciones y demás signos de modernidad.
Transitar por las diferentes parroquias entristece al ver las sombras del hambre y la desidia en que se encuentra este municipio, la mendicidad se ha duplicado y se escucha el clamor de sus ciudadanos por encontrar oportunidades de empleo que dignifique su vida y la de sus congéneres.
En algunas comunidades esperan con ansia su bolsa CLAP, sin embargo, cuando no la reciben protestan los sectores cerrando vías, otros lo hacen en silencio por temor a retaliaciones en su contra al atreverse a reclamar. Se dice que en algunos sectores se hizo efectiva la entrega de los productos, es el rumor que va y viene pero que no se tiene confirmado.
Es preocupante que un municipio con riquezas diversas, que posibilitan la explotación turística de la zona, no genere una política coherente en materia de desarrollo local. Ya que la comunidad por sí sola no puede impulsarlo al contrario, necesita el apoyo del Estado en todos sus niveles de gobierno para su alcance. Considero que hay que repensar las acciones y ser creativos para levantar a su gente, no es justo tanta desigualdad social.
La vialidad es un punto clave para el desarrollo, actualmente está totalmente abandonada, incrementando cada vez más la tasa de mortalidad en accidentes viales por esta causa, no es posible que muera tanto marense en la vía de Nueva Lucha a Carrasquero, por la terrible condición vial y nadie se responsabiliza por estas muertes.
El peaje San Rafael de Mara, representa una posibilidad de apoyo para mejorar la vialidad, sin embargo, aún no se observa tales aportes, lo que si ya vemos es el incremento en sus tarifas. No me referiré al tema del contrabando porque hay que comprender que se ha convertido en una forma de subsistencia que tienen los habitantes de Mara, por eso mi respeto a esa gente que lucha día a día para no perecer en la pobreza.
Otra potencialidad de la zona es la agricultura y cría de animales, producción avícola, pesquera, hay que activarlas, apoyar al agricultor, al campesino que siembra su huerta para tener yuca, hortalizas y frijol en su despensa. Es muy serio el incremento de costos de los insumos básicos, para desarrollar estas actividades y no hay apoyo estadal. Obviamente, se necesitan proyectos concretos sustentables, que potencien el desarrollo local. Despertemos del letargo, invitemos a la universidad a otros actores a construir un futuro digno para Mara, no se encierren en ideologías eso no le da de comer a la gente, hay que ser inteligentes en la búsqueda del bienestar común.
