El diario plural del Zulia

Maduro vive en Suiza, por Ángel Rafael Lombardi Boscán

Luego de escuchar el largo y vacío discurso del Presidente Maduro el 15 de enero en el nuevo Parlamento nacional, uno concluye que nuestro mandatario vive en Suiza. Ni una sola mención al gravísimo tema de la inseguridad en el país que ha convertido a este flagelo en la principal causa de mortalidad entre los venezolanos. Solamente Honduras, nos gana. “Venezuela fue ubicado como el segundo país más violento del mundo, al tener una tasa de homicidios de 53,7 por cada 100.000 habitantes, según un informe elaborado por la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito”. Salir a la calle es como estar jugando a la ruleta rusa, con el agravante de que a diferencia de los integrantes de la casta chavista en el poder, nosotros, los comunes no llevamos ni escoltas ni vehículos oficiales blindados.

La “Desmemoria y Cuentos” no solo transcurrió heterodoxa, muy distante de la majestad de la ocasión, sino con el mismo espíritu ligero e irresponsable de su antecesor, el cual queriendo imitar a Fidel, hacia comparecer al país entero a unas peroratas que duraban casi las 10 horas para vanagloria propia y desgracia de los dirigidos: la ciudadanía espectadora y víctima.

“El país nos está exigiendo avances y resultados inmediatos, porque mientras Maduro dice barbaridades, Venezuela pasa hambre y se muere de mengua”, sostiene María Corina Machado. El tiempo de los políticos chavistas es abstracto, lento, cómodo, apacible porque se han creído inamovibles desde un poder que pretenden hegemónico y eterno. Maduro, para nada fue autocrítico y jamás planteo una rectificación de las mismas políticas que nos han traído a éste desastre actual. Al contrario, dejó entrever que la crisis se seguirá profundizando con el tan temido anuncio del aumento de la gasolina y la brutal caída de los precios petroleros en los mercados mundiales.

El Decreto de Emergencia Económica es una nueva Ley Habilitante para seguir socavando las funciones que la ley le atribuye al parlamento surgido el 6-D. El “nuevo” tren ministerial son los mismos rostros de siempre, sólo que rotados, más el agregado de una mayor burocracia, es decir, se profundizará la incapacidad gubernamental. No hay que ser un Nostradamus para pronosticar que el Waterloo del chavismo se encuentra en la oceánica crisis económica actual que ellos mismos produjeron pero que se hacen los locos descargando las culpas de la misma a la “guerra económica”, el “Imperio”, y hasta los “infiltrados” (Roy Chaderton). Hoy la inflación ronda ya el 270% y las previsiones apuntan hacia un escalofriante 500% para el 2016.

El tiempo de los ciudadanos es ya, el ahora, no es el mismo de los políticos. No tenemos la capacidad ni la paciencia de seguir esperando una rectificación política/económica que no existe. Nuestros salarios son devorados por el alto costo de la vida, y de paso, hay la escasez de todo, sobretodo, de los tan vitales medicamentos y alimentos. El chavismo tuvo su momento histórico para hacer del país un mundo mejor. Perdieron esa oportunidad de oro y hoy deben apartarse para dar paso a otros venezolanos mucho más capaces y patriotas que ellos.

 

 

Lea también
Comentarios
Cargando...