El diario plural del Zulia

Lo positivo de la actitud adecuada, por Manuel Ocando

La actitud puede definirse como la disposición o el ánimo con el que enfrentamos una situación. La actitud es la postura con que elegimos enfrentar las circunstancias de la vida, la manera en que comunicamos nuestros sentimientos y la disposición que transmitimos a los demás. Nuestros paradigmas son la fuente de nuestras actitudes, de manera que si quiere cambiar una actitud, debe comenzar por cambiar el paradigma que está detrás de ella.

Ahora bien, la actitud positiva es un estado mental que solamente puede mantenerse haciendo un esfuerzo deliberado, con un enfoque intencional y consciente de concentrarnos en las cosas positivas. Requiere de un esfuerzo de adaptación y flexibilidad al entorno y circunstancias de vida, manteniendo un estado de satisfacción (alegría, optimismo), independientemente de las circunstancias sean favorables o desfavorables.

La actitud está condicionada por los pensamientos. Luego, una actitud positiva ante la vida o ante una circunstancia puntual nacerá a partir de pensamientos positivos. Las palabras jamás pueden expresar de un modo adecuado la importancia que tienen las actitudes en nuestra vida, relaciones y desempeño. La actitud con que asumes la vida cada día es la decisión más importante que puedes tomar cada mañana al levantarte. Realmente lo importante no es lo que nos ocurre, sino como actuamos ante ello; es la actitud con que reaccionamos ante las circunstancias lo que marca la diferencia. La actitud influencia las acciones y éstas sus resultados.

La actitud adecuada tiene efectos increíblemente energizantes y rejuvenecedores. Es un auténtico elixir que consigue que una persona se sienta plena, satisfecha y con una alta autoestima. Te da un motivo para abandonar la mediocridad, fortalece la sensación de utilidad y potencia la motivación. Además, la actitud adecuada proyecta éxito y es un auténtico imán de personas, oportunidades y proyectos. Tener la actitud adecuada no se basa en hacer desaparecer o ignorar los problemas, sino en gestionar con optimismo y eficacia los inconvenientes que se presenten en el día a día. La vida está llena de esperas, de momentos de incertidumbre, de pesadumbres y de aburrimiento. Pero todo puede cambiar al aportar un elemento distinto y diferente basado en el optimismo y en la actitud positiva. Si bien es cierto que no es posible cambiar algunos aspectos de la realidad siempre es posible cambiar la forma en que se reacciona ante a los problemas. Al cambiar la manera de interpretar y de actuar es muy probable que la realidad se modi que, ya que la actitud de cada uno construye la realidad de la propia vida. La tendencia a ver el lado negativo de las cosas y la tendencia a ver preferentemente el lado positivo son actitudes que no sólo influyen en los estados de ánimo sino que terminan afectando a los resultados de lo que se hace.

Tener una correcta actitud no hace desaparecer los problemas, pero si nos coloca en el mejor estado mental para enfrentar las dificultades y desafíos de la vida.

La actitud adecuada hace posible que nuestra respuesta esté al nivel del reto que nos toca afrontar. Además influye e impacta directamente en todo lo que hacemos (profesional y personal) y en las personas que nos rodean, por lo que debemos ser conscientes de la importancia de mantener a lo largo de nuestras vidas una actitud positiva y constructiva. Decía Antoine De Saint Exupery: “El sentido de las cosas no está en las cosas mismas, sino en nuestra actitud hacia ellas”

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