Jorge Fernández // Democracia a media asta: 21-N fecha clave para Chile y Venezuela
Venezuela y Chile son herederas de la civilidad que uno de sus próceres más reconocidos y queridos, fue capaz de inculcarles -cual padre- con capacidades propias de un hombre de bien y dedicado a la academia; Andrés de Jesús María y José Bello López filósofo, poeta, traductor, filólogo, ensayista, político, diplomático y humanista venezolano, nacionalizado chileno.
En 4 días, las "hijas de Bello", enfrentan un escenario electoral, político y social, que busca encausar las respuestas que demanda una sociedad, que en ambas latitudes, ha sido permeada por la pandemia del Covid-19, y casi en una misma línea de tiempo, en ambos países, se ha cuestionado el quebrantamiento del orden constitucional.
Ésto es así puesto que en Chile, en retrospectiva, el día 19 de octubre del 2019, se produjo un estallido social, en el que centenares de manifestantes se volcaron a las principales calles de Santiago, y a lo largo del territorio austral, proclamando un cambio de aires a nivel político, económico y social. La situación escaló a niveles de violencia que no solo se tradujo en la instauración de un Estado de Emergencia Nacional, sino que también tuvo lugar a la muerte de manifestantes, entre ellos estudiantes, así como el deceso de funcionarios del orden público adscritos a Carabineros de Chile.
Ese quiebre institucional, creó el escenario para que Chile propugnara una Asamblea Nacional Constituyente en abril de 2020, y así darle paso a un nuevo Hilo Constitucional, el cual se está redactando actualmente, y que será el preámbulo del nuevo gobierno, cuando éste se instale en el palacio de la Moneda.
Mientras tanto en Miraflores, 23 dependencias federales eligen a su jefe de gobierno, también el próximo domingo, siendo dos los tarjetones más fuertes de la contienda, por un lado el del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por la oposición venezolana, entre otras opciones independientes que también se muestran en el padrón electoral.
Éstas elecciones no tienen el mismo grado de preponderancia como las presidenciales en Chile, pero al ser Venezuela un país con dependencias federales a nivel regional, la toma por parte de la oposición del 80% de las gobernaciones, hipotéticamente concretarían un resultado plesbicitario, y le asestarían un duro revés a Nicolás Maduro.
Pero en pleno 2021, Venezuela y Chile son herederas de un conflicto social que ha traído crispación, polarización y falta de entendimiento. La institucionalidad se desdibujo al paso que la alta política promueve un cambio de aires en las naciones hermanas.
El 21 -N cambiará nuevamente el Statu Quo en dos grandes naciones, en donde el equilibrio del Cono Sur, se sustenta.
Abogado, Magister en Derecho Penal por la Universidad Central de Chile
Periodista egresado de la Universidad del Zulia
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