El diario plural del Zulia

Jairo Silva González | Economía venezolana

Para comprender el desempeño de nuestra economía, durante el año 2022 y posible escenario de la economía nacional, en este año 2023, es elemental hacer una sinopsis de las magnitudes macroeconómicas nacional. Y más importante aún, es señalar las decisiones tomadas por el gobierno que incidieron en tal comportamiento.

Hasta el albor del segundo trimestre del año pasado, la economía experimentó un crecimiento frugal en el sector terciario, es decir, servicios y comercio. Recordemos que estos sectores no producen riqueza real. Como si lo produce, el segundo sector técnico de la producción. Este sector fundamental para la asepsia, eficacia y eficiencia del crecimiento económico, se mantuvo muy deprimido durante el año 2022. Es por esto que el incremento del PIB… no se reflejó en la población en general.

La desaceleración del crecimiento del comercio y servicio, se percibió en el séptimo mes del pasado año, ya en este mes hubo un valladar de signal anunciando el reinicio del círculo vicioso e infernal de Inflación – Devaluación-Déficit Fiscal – Inflación, que tuvo su manifestación clara en el mes octavo de 2022. Aquella devastadora maxidevaluación, sin lugar a duda fue el colofón de una crónica anunciada por la implementación de políticas económicas incoherentes, sin lógica y apartada de rigor científico económico.

El no atisbar las leyes de la ciencia económica, es consecuencia de un sistema de creencia cimentada en dogma e ideología política obsoleta, caduca, derrotada y periclitada. Esta postura perniciosa, indujo al gobierno a mantener su errática política monetaria, cambiaria y fiscal. La puesta en marcha del impuesto a las grandes transacciones financieras (IGTF). Fue un intento de frenar la informal dolarización transaccional de la economía nacional. Por su puesto, también con este impuesto, el gobierno obtuvo recursos.

Otro elemento concomitante, es la presión ejercida por la cuenta corriente de la balanza de pagos. Esta cuenta al presentar un déficit comercial, origina mayor devaluación de nuestro signo monetario, puesto que se requieren más divisas para pagar las importaciones.

Esta situación de staglation nacional, dibuja un comportamiento de nuestra economía en forma de K, es decir, se detuvo la caída de la economía, seguido de un enclenque crecimiento hasta el punto medio de la K. Aquí en este punto del crecimiento, unos sectores crecen como es el caso del sector terciario de la economía venezolana, otros sectores decrecen y se deprimen.

Todo este cuadro produce fricción y distorsión en el sistema de precios, como por ejemplo, tipo de cambio, tasas de interés, impuestos y aranceles, entre otros. Más grave aún, es el aniquilamiento del sistema de salarios y pensiones. El actual sistema de salarios no le sirve a nadie, tiene que haber un desplazamiento del salario y pensión de los venezolanos hacia el dólar, para restablecer el poder de compra de nuestros connacionales

De tal modo pues, que la dolarización del sistema de salarios y pensiones sirva para catapultar a la actividad económica al círculo virtuoso de la economía.

Para lograr un sólido, constante y sostenido crecimiento económico es necesario entre otras medidas: Suspender o eliminar el IGTF, Implantar un agresivo plan de reactivación del aparato industrial, disminuir el encaje legal, disminuir la tasa de impuestos, disminuir los costos de tramitación, hacer atractiva las tasas de interés tanto pasiva como la activa.

 Para ejecutar todo esto, es fundamental la reinserción de Venezuela al concierto financiero internacional.

En el próximo artículo continuaremos auscultando nuestra economía.

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