El diario plural del Zulia

Jairo Silva | De diciembre parte II

En el anterior artículo nos referimos a la importancia de la batalla de Ayacucho y a la genial conducción del ejército independentista realizada por Antonio José de Sucre, aquel 9 de Diciembre de 1824. El triunfo en Ayacucho cierra el ciclo colonial en América Latina.

Quién era Antonio José de Sucre. Quién era este hombre sin parangón que a los 29 años de edad, comandaba la más importante batalla de la independencia y la coronaba con un éxito extraordinario en Ayacucho. Este joven General en Jefe había nacido en Cumana, en el año 1795, era hijo de una distinguida familia de tradición militar y patricia. Desde muy niño recibió enseñanza militar, de modo que desde corta edad Sucre se preparaba para ser militar. El cumanés se caracterizó toda su vida por ser un militar muy estudioso, por ser un gran lector de historia militar y del estudio científico de la táctica, la estrategia militar. Sin lugar a duda era el General más capacitado de una manera científica, para enfrentar la dura tarea de la independencia.

Sucre se incorpora al servicio de las armas muy joven. Cuando estalló el proceso de independencia aquel 19 de abril de 1810, Sucre era un adolecente. Sucre tenía 15 años de edad. A esa temprana edad, él se incorpora a las filas patriotas, desde entonces hasta su muerte temprana no va hacer otra cosa que servir a la causa de la independencia Venezolana primero, para luego luchar por la independencia hispanoamericana. A servirle con dedicación, con grandeza, y con una devoción verdaderamente incomparable. De modo que este hombre desde una edad temprana de 15 años, tomó el camino del servicio a la independencia, con las armas en las manos luchó infatigablemente por la causa de la independencia.

Antonio José de Sucre se convirtió en un hombre predestinado a culminar y a rematar la dura, larga y costosa empresa de transformar al imperio español en América, en un conjunto de países INDEPENDIENTES Y LIBRES

Antonio José de Sucre va a tener dos escuelas de enseñanza militar, la primera está referida al conocimiento teórico adquirido desde su más tierna edad. La segunda escuela es la vivida al lado de jefes militares como Mariño, Bermúdez y Piar entre otros. Junto a los cuales va aprender todo el arte de comando, todo el arte de la guerra en las condiciones en las que se realizaba tan primitiva, en una escala desprovista de recursos como lo fue la guerra de independencia de nuestro país. Para el 5 de julio de 1811, Francisco de Miranda es nombrado comandante del ejército patriota. Sucre es adscrito al cuartel general de Miranda, Antonio José cumple funciones al lado del Generalísimo Francisco de Miranda quien le asigna tareas en Valencia y en la Victoria hasta la capitulación. Sucre tenía 17 años de edad, cuando recibía instrucciones militares de Miranda, algo debió aprender de quien era un General de formación científica, con experiencia de guerra europea, seguro que de Miranda adquirió mucha enseñanza, mucho principios, mucha manera, mucha forma de comandar y entender la táctica y estrategia de guerra, que formaron y consolidaron su personalidad.

Después del fracaso de la primera República, Sucre forma parte de la campaña de oriente, aquí Bolívar lo conoce y lo va distinguir de inmediato, el Libertador se percata de las condiciones excepcionales de aquel joven militar. Esto no era fácil de reconocer porque Sucre era un hombre humanamente distinto a aquellos generales pintorescos, lleno de arrestos y de violencia como por ejemplo Mariño, Bermúdez y Piar. Sucre era un hombre callado, discreto, comedido, de pocas palabras, de una gran rectitud moral, un hombre sumamente disciplinado moralmente en lo interno, comedido en sus acciones que contrastaba con aquellos generales violentos.

Sucre mostraba una visión intelectual casi ascética, que tomó la carrera militar como un servicio superior esto lo diferencia del restos de los generales patriota

Bolívar tiene el tino de identificar lo que significa aquel joven, lleno de reserva, apartado de toda ambición de poder, ingenuo de toda intriga. Sucre todavía era un hombre muy joven cuando Simón Antonio empieza a confiarle tareas importantes, lo asciende a general, lo nombra Ministro de Guerra en la época de Carabobo. Luego le asigna la misión más importante del ejército, después de la Batalla de Boyacá y de la Batalla de Carabobo Bolívar lo designa jefe del ejército del sur cuya tarea delicada e importante es la de garantizar la independencia de Ecuador y de Perú.

En el próximo artículo seguiremos analizando aquel 9 de diciembre de 1824.

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