Ismael Mercado // ¿Quién es tu enemigo?
“Mi enemigo me dijo: ‘Ama a tu enemigo’. Yo le obedecí y me amé a mí mismo”.
Khalil Gibran
Recuerdo que en el colegio existía un cuadro de honor donde colocaban a los alumnos con las mejores notas; el esfuerzo y la dedicación eran valorados. Por muchos años, también en las organizaciones fue importante el coeficiente intelectual, hasta que en el año 1983 un profesor de Harvard, Howard Gardner, desarrolló el concepto de las inteligencias múltiples: Lingüística (o verbal-lingüística), lógico-matemática, viso-espacial, corporal (o cinestésica), musical (o rítmica), intrapersonal (o individual), interpersonal (o social), naturalista. El descubrimiento de estas llevó al mundo a reconsiderar la forma de evaluar y diversificar las capacidades de las personas desde estas perspectivas; si no tiene cualidades en una determinada actividad la tendrá en otra.
Luego, Daniel Goleman, escribió y acuñó el término de inteligencia emocional, un libro muy bueno, pero muy denso para entender, donde se habla de la capacidad que podemos tener los seres humanos para reconocer, entender y poner a nuestro servicio las emociones. Cuando somos niños, nos dicen “no se ponga bravo” “no esté triste” “no tengas miedo”, entre otras y vamos aprendiendo que sepultar nuestras emociones y lo que queremos decir es lo mejor para la vida; luego cuando somos adultos y miramos atrás, nos damos cuenta de que vivimos en continuos conflictos con nosotros y la sociedad, sin darnos cuenta de que el del conflicto soy yo y que somos nuestro peor enemigo.
Entender que todo tiene su tiempo y espacio, que reconocer es de adultos y desarrollar una buena comunicación es una tarea diaria, para el mejoramiento personal. Quizás muchas veces caemos en la confusión de no saber diferenciar una emoción de un sentimiento. Las emociones básicas son: amor, miedo, rabia, alegría, tristeza, ¿has pensado cómo la identificas cada una de ellas en ti?
Luego de muchos estudios con universidades y organizaciones de reconocimiento mundial Daniel Goleman compartió cuatros aspectos claves de la inteligencia emocional para el éxito:
- Autoconciencia: Implica entender lo que sientes y el porqué. A veces sentimos algo sobre situaciones que ya dejaron de tener sentido y debemos redefinirlas o eliminarlas, saber qué acepto, cuáles son mis límites, saber cómo me siento en cada situación, reconocer por qué lo siento.
- Autocontrol: ¡sé sincero, pero no impulsivo!, es la capacidad que podemos aprender para manejar cualquier perturbación, para que no se convierta en distracción. Cuando me conozco fijo metas de las que soy capaz, incluso reconociendo que no sé, pero que puedo buscar ayuda. Es en esta etapa donde debemos pensar que tenemos varias opciones, siempre tomando en cuenta los beneficios y consecuencias de cada una, para luego actuar.
- Empatía: Reconocer cómo se sienten los demás. No todo lo dicen con las palabras, es el tono de voz, el lenguaje corporal y las microexpresiones extralingüísticas, o, como también creo, que no enviar un mensaje es también enviar un mensaje. Quizás la definición más coloquial sería ponerse en los zapatos del otro, para estar en su lugar y ver su mundo.
- Habilidades sociales: es la capacidad que tenemos para poder relacionarnos con otros con facilidad desde el interés genuino, crear una simbiosis que genere una fuerza que te impulse a salir adelante en pro de lo que quieres. ¿a cuántas personas les cuesta tanto relacionarse?
Las emociones son el vehículo para lograr aquello que queremos; cada emoción tiene una reacción particular y nuestro trabajo es entenderla. Conozco gente que dice “Yo soy así” y pagan un alto precio por quedarse allí; si te das la oportunidad de reconocer qué te dicen tus emociones en momentos claves, encontrarás el propósito y el éxito, tomando mejores decisiones.
