Identidades y poesías del pueblo, por Rubia Luzardo
La identidad es personal y también colectiva, estas se crean, recrean y reinventan según el entramado de relaciones que viven los sujetos, en ningún caso las identidades se conforman sin la concurrencia de estos. En el caso venezolano, puede decirse que la identidad es diversa por la coexistencia de grupos étnicos, los de herencia española y africana, además de otras minorías de origen alemanas, portugueses, italianos y asiáticos, todos estos mezclados o solos configuran el crisol cultural del país.
Particularmente, la identidad venezolana está sembrada en su gente por los lazos que los une al territorio nacional o su lugar de origen además, se con gura con diversos elementos como: el idioma, la historia, los dialectos, las costumbres, creencias, tradiciones, simbologías que pueden ser universales y particulares, lo gastronómico incluso, marca la forma de ser de cada individuo.
En el caso del Zulia, la identidad es aún más específica como unidad política territorial de frontera, hay símbolos que la de nen como es el caso del Lago, la Sierra de Perijá y La Guajira, incluso poseemos el Relámpago del Catatumbo como símbolo natural único en su dimensión, lo cual nos hace a los zulianos diferentes al resto de los venezolanos.
En consecuencia, la zulianidad se convierte en un sentir cultivado por años en su base identitaria que nos de ne como diferentes a los otros y no en una concepción separatista, sino de orgullo étnico de lo que somos, poseemos, y expresamos. Parte de esta particularidad también la hace el ser “maracucho”, con su voceo, acento “grita’o” y discurso “obsceno” para los que no lo conocen.
En estos tiempos de crisis social, económica y política que vive el país, el zuliano en su estirpe particular expresa de forma crítica lo que piensa, de ahí que los que hacen vida política deben ser muy cuidadosos en lo que le piden a sus seguidores, por ejemplo, no se puede estar esperando poesías del pueblo a sus supuestos “líderes”, cuando este ha sido tan golpeado en su salud, alimentación, educación, vialidad, seguridad personal, acceso a los servicios básicos del agua y electricidad.
Si como estudiosa del hecho cultural me pidieran interpretar lo que piensa la ciudadanía de sus gobernantes, les digo que estos perdieron toda conexión identitaria con sus representantes, la gente quiere renovación de sus líderes, cambios estructurales, inclusión sin condicionamientos, ideologías propias y no impuestas, pluralidad de partidos, participación libre y democrática en los procesos sociales y políticos, por cuanto, en cierta medida la afirmación de las diferencias en sí mismas solo puede conducir a una cristalización de las identidades. Y no a través de poesías exigidas e impuestas se solucionan las crisis, teniendo en cuenta que la creación literaria y poesías nacen espontáneamente y de su identidad.
