El diario plural del Zulia

Honor y justicia a los pueblos indígenas, por Dra. Judith Aular de Durán

Ayer, martes 9 de agosto, celebramos el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Fecha instaurada por la Organización de las Naciones Unidas, para preservar la memoria y los valores de nuestros pueblos aborígenes.

Nuestro país está lleno de prejuicios en contra de la comunidad indígena, en especial la wayuu en nuestro estado Zulia.

La fuerte situación que atraviesa el país, ha llevado a catalogar a los pobladores de forma despectiva, culpándolos de casi toda la situación que vivimos.

Es tiempo que las autoridades nacionales, regionales y locales se empeñen en resarcir la deuda histórica con las comunidades indígenas y abran el abanico de alternativas de bienestar para sus pobladores, sin avasallarlos ni amenazar su valioso legado cultural.

Es hora que las experiencias de integración intercultural se multipliquen por toda la frontera, en especial la atención educativa de la población infantil y juvenil que crece sin esperanzas, sin otro aliciente que emigrar a la ciudad.

Es cierto que ha habido avances jurídicos alcanzados en la Constitución de 1999 de la República Bolivariana de Venezuela y su novedoso articulado del Capítulo VIII de los Derechos de los Pueblos Indígenas, destinado a reivindicar los derechos de esta población en el marco constitucional vigente del país, pero todavía falta por hacer.

Como aporte de la Universidad del Zulia, en una región que es raíz de diferentes etnias se realiza el programa API Indígena (Admitidos Por la Institución), el cual permite, a través de una política de inclusión que los miembros de las diferentes pueblos indígenas de la región ingresen a LUZ, con el seguimiento constante del rendimiento académico y de su inserción en la comunidad universitaria con el mayor respeto a los principios interculturales y a la cosmovisión del mundo indígena.

También contamos con la Asociación de Estudiantes Indígenas de LUZ (Aseinluz) y el Programa Educativo Aprendiendo Wayuunaiki.

Estos jóvenes son la principal esperanza para que los pueblos indígenas alcancen el bienestar que ha sido esquivo durante siglos de indiferencia. Desde LUZ hacemos votos para reivindicar los derechos de nuestros pueblos ancestrales. Para ellos, ¡honor y justicia!

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