El diario plural del Zulia

En honor a un joven, a un héroe y a un médico, por Manuel Ocando

Paúl Moreno, de 24 años, estudiante de la Facultad de Medicina de La Universidad del Zulia, fue cobardemente asesinado el pasado jueves 18 de mayo, siendo arrollado por una camioneta en la zona norte de nuestra ciudad, mientras servía a los Cascos Blancos de la Cruz Verde, organización que se ha encargado de brindar asistencia médica a los afectados en las protestas contra el régimen de Nicolás Maduro. No conocí a Paúl personalmente, pero me gustaría dedicarle unas palabras a él y a sus familiares:

Se dirán varias cosas sobre ti Paúl, contarán que eres un héroe y que son los jóvenes como tú quienes están construyendo el nuevo país; contarán que luchaste y moriste por tus ideales y todo esto es cierto. Sin embargo, lo que no quisiera es que te contaran como un número más en los caídos hasta ahora. De hecho ninguno debería ser solo un número. Tú y todos los que han sido brutalmente asesinados eran seres humanos y muy valiosos por demás. Recordarlos como una cifra hace que nos olvidemos que en algún momento fueron niños, que fueron el motivo de desvelos, esfuerzos y sacrificios de sus padres; que ellos mismos tenían sus esperanzas puestas en un futuro más prometedor; que se les ha robado la oportunidad de crecer más, de tener su propia familia y también le han robado a sus familias su presencia y todos los momentos en los cuales esperaban contar con ella. En tu caso Paúl, es aún más terrible y sombrío por tratarse de un médico que todavía podía salvar muchísimas vidas más; ni en las guerras más crueles se ataca a los médicos. Solo un alma cobarde y desviada puede pensar en hacerlo. El chavismo, desde sus comienzos, siempre tuvo un alma desviada y cruel. Es una lástima que cuando se elegía tu futuro, tú solo tenías cinco años y eras muy joven para saber que se estaba eligiendo tu fatal destino. Espero que esta muerte no sea en vano, aunque ninguna muerte debe tener una utilidad. A menudo, parece que el hecho de que contemos la cantidad de muertos nos dará más razones en nuestra lucha y no es cierto, ni un muerto era necesario, uno ya era demasiado. De un gobierno que es indolente ante pacientes, incluso niños, que se mueren por falta de medicamentos, que no se indigna ante el hambre y la desnutrición, que dejarán secuelas de por vida a quienes la padecen, de un gobierno que se desentiende de la alta tasa de mortalidad por crímenes violentos cada año, de la alta tasa de mortalidad infantil y de la alta tasa de la mortalidad materna; no podemos esperar que se conmuevan de las muertes de jóvenes en protestas; pero quiero decirte Paúl, y a tus familiares y amigos, que a la mayoría de los venezolanos si nos duelen, como nos duelen todas las muertes que no han tenido razón de ser. Nos duelen y esperamos que ninguna de ellas quede impune.

Ya basta de seguir matando jóvenes ávidos de un mejor futuro. Un futuro lleno de libertad, de prosperidad y con una mejor calidad de vida, donde tengamos mejores indicadores económicos, sociales y de salud.

Ya fueron suficientes los jóvenes soldados y policías asesinados por la guerrilla patrocinada por Fidel Castro en Venezuela durante los años sesenta, por razones fútiles e intrascendentes. Ni las balas, ni las bombas podrán asfixiar el anhelo de libertad de la juventud venezolana. No hay gas que pueda ahogar el ansia de libertad de los millones de jóvenes venezolanos sedientos de paz y prosperidad.

Esperamos que el próximo muerto sea el socialismo que reprime y mata.

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