El poder de la esperanza, por Francisco Arias Cárdenas
Dios nos creó para la felicidad en armonía con la Madre Tierra, bajo el hilo conductor del amor, y no hay potencia belicista que pueda destruir ese plan divino. Como humanos, tenemos el deber de transitar por la paz para lograr la evolución que anhelamos: es tiempo ya de que los conflictos se diriman por la vía de la inteligencia, la sabiduría y el respeto a los derechos ajenos, y de que la guerra sea desterrada como alternativa. La Humanidad ha transitado ya un largo camino y estamos en una era para la evolución.
Esa esperanza se alimenta cada día con el contacto de los miles de jóvenes que, entusiastas, se aprestan para iniciar sus estudios universitarios gracias al programa de becas Jesús Enrique Lossada. Esa certidumbre en el futuro se ve fortalecida a al ver a las decenas de miles de niñas y niños que acaban de iniciar su período escolar en nuevas escuelas, -un total de 650-, construidas en estos cuatro años y medio, en el que hemos recuperado las obras paralizadas, deterioradas o nunca iniciadas durante los últimos trece años anteriores, y también por la destrucción de 120 días de terror con las guarimbas.
El compromiso se agiganta al percibir la expectativa generada por las concreciones de la GMVV en el Zulia, que en sólo un año entregó 320 mil viviendas; se consolida al ver los 9 mil quinientos trabajadores de salud y educación que estaban tercerizados, subpagados, y que ahora son servidores públicos del gobierno nacional y regional, con todos sus derechos laborales.
La certidumbre de seguir sirviendo se profundiza al constatar la pronta puesta en servicio del Gran Oncológico de Occidente, donde contamos con los equipos más modernos de América del Sur, con el soporte de 700 nuevos ambulatorios.
Todo esto y más ha sido posible gracias al amor y al sueño de Chávez para el Zulia, y al apoyo del presidente Nicolás Maduro. Vamos a consolidar la soberanía y la autodeterminación, laborando con fe y disciplina desde el Zulia, con unidad en los proyectos buenos y la prosperidad por la vía de la paz.
