El diario plural del Zulia

El chavismo se aproxima a su abismo, por Jesús Salom Crespo

Días críticos los que vive el país. El gobierno nacional empecinado en imponer una Asamblea Nacional Constituyente írrita, ilegal, inconsulta e inconstitucional ha provocado que se desaten los más bajos instintos de la población. A los graves hechos previos en la AN en los que el poder militar pretendió arrollar al civil y el exabrupto judicial del TSJ con la fiscal general de la República, se añade la barbarie cometida por la turba oficialista en el palacio Legislativo en un día tan importante para la vida republicana nacional como el 5 de julio. El sentimiento patriótico naufragó.

Una acción que podríamos enmarcar en el duro discurso presidencial de los últimos días, se llevó a cabo con total impunidad y ante la mirada impertérrita de la GNB, encargada de la custodia del recinto, y con una sevicia que si bien es una “normalidad” en la forma de actuar del oficialismo, no deja de extrañarnos porque no solo irrespeta uno de los actos simbólicos de la República sino que se agredió a personas que representan al pueblo e invitados especiales al acto, como se estila. Por supuesto, hay una explicación para esta tragedia pero me niego a aceptar que estemos a las puertas de una expresión tropical de la Siria del siglo XXI. El asedio a la AN y la toma de rehenes presagia vientos huracanados. Es la triste realidad.

Estas arbitrariedades remarcan lo que es una verdad de Perogrullo: el Estado venezolano se desintegró en mil pedazos. Ante este hecho, amplios sectores de la vida nacional han considerado un deber restituir de manera efectiva el “Estado democrático y social de Derecho y de Justicia” y para lo cual idearon un Plebiscito para que el poder originario decida tres cosas fundamentales: Si acepta o rechaza la convocatoria a la ANC por el presidente de la República. El rol de la FANB y los funcionarios públicos para restituir el orden constitucional. Si “convoca o respalda la renovación de los poderes públicos que se encuentran al margen de la Constitución”. Será elevado a la consideración de la AN para su puesta en vigencia. La cita será el 16 de julio.

Este plebiscito es la gran oportunidad para viabilizar un pacto social que involucre al menos al 85 % de la población que demanda cambios y ha sido dejada a la vera del camino por el Gobierno nacional que manipula las instituciones para tratar de alargar su permanencia en el poder. He decidido asumir una postura institucional y constitucional apoyando la convocatoria, por cuanto hay que buscarle una salida pací ca al “sálvese quien pueda” que está privando en la sociedad. (*) Dr. Víctor Hugo D’Paola (QEPD).

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