Editorial// El Bachaqueo reta al Estado, por Carlos Alaimo
La delincuencia jamás debe ser más fuerte que las estructuras del Estado. Hablar de delitos es englobar a todas las variantes de esa profesión del mal vivir. Y no sólo nos referimos al delincuente común, sino también al de cuello blanco. A ese que aun siendo una minoría, se lleva la mayor cantidad de dinero.
En este grupo de pocos delincuentes, en su mayoría políticos, también hay algunos supuestos empresarios que no producen empleos, ni impuestos y hasta podemos incluir a sectores financieros nacionales e internacionales que se organizan para defraudar al Estado.
Pero desde hace tiempo crece un nuevo delito, uno que aparece como un cáncer: el bachaqueo ¿Cómo es posible que pase esto? El Estado se declaró incompetente ante este delito que atenta contra el bolsillo de los venezolanos. Se cruza de brazos contra una actividad que atenta contra la seguridad alimentaria, porque eleva el costo de acceso a la comida del pueblo.
El bachaqueo se ensaña no sólo contra la alimentación, sino también contra la salud, porque los cuidados médicos se encarecen debido al alto precio de las medicinas. Atenta contra el comercio legal al evadir el pago de impuestos nacionales y municipales.
Atenta contra el ornato público utilizando espacios de libre tránsito para el ciudadano. Y lo peor es que hasta se habla del lavado de dinero que permite este tipo de comercio ilegal e inhumano.
En el Zulia se autoriza y protege la presencia de productos importados de manera masiva, con el argumento de garantizar el abastecimiento en los niveles que la sociedad requiere ¿Pero quién y cómo se protege la presencia de los necesarios productos regulados destinados a los sectores populares?
El Estado es incompetente ante el problema o hay instituciones con funcionarios cómplices quienes permiten que este delito, que atenta contra la calidad de vida y la dignidad humana, se haga un negocio lucrativo para unos pocos vivos. Aquí no hay nada al azar.
¿Dónde está el Estado?
El bachaqueo los está retando. Actúen en conjunto: poder civil y militar. Hagan su trabajo con todas sus fuerzas y de manera integrada con un despliegue del Ejército, GNB, CICPC, CBPEZ, Fiscalia, Defensoria del Pueblo, Polimaracaibo. Se necesita del esfuerzo coordinado de los tres niveles de Gobierno: nacional-regional y municipal.
Todos aquellos funcionarios que están al frente de estos organismos, tienen la obligación histórica de coordinar esfuerzos para eliminar este flagelo social. Si no pueden hacerlo, renuncien y dejen que otros lo hagan.
