El diario plural del Zulia

Douglas Zabala // Obligada clandestinidad

A 60 años de la ilegalización del PCV y el MIR

Sabías que. Apenas cuando se calmaba el tropel de la soldadesca gubernamental y Carúpano volvía a la calma Rómulo Betancourt en su condición de presidente de la república, resuelve en su gabinete de gobierno emitir un decreto donde a partir de ese momento a los partidos políticos PCV y MIR se le prohíbe su accionar legal en toda la República.

El alzamiento insurreccional de Carúpano estaba comandado por el Capitán Jesús Teodoro Molina Villegas, Eloy Torres por los comunistas y Simón Sáez Mérida por los miristas, razón por la cual el 9 de mayo de 1962 Betancourt decretó. “Considerando: Que el día 4 de los corrientes estalló en la ciudad de Carúpano una rebelión armada que amenazó la continuidad del orden constitucional de la República y ha puesto en evidencia la participación activa de los partidos denominados Partido Comunista y Movimiento de Izquierda Revolucionaria”.

“Considerando: Que la actitud de los referidos partidos ha revelado el firme propósito de continuar desarrollando acciones de violencia con el fin de derrocar el gobierno legítimamente constituido; considerando: que la situación creada por la actividad subversiva de los referidos grupos mantiene en permanente estado de intranquilidad a la ciudadanía con pérdida de vidas y de bienes y trastornos de las actividades del país…”.

Decreta: Artículo 1°: Se suspenden en su funcionamiento y se prohíben las actividades de los Partidos Comunista de Venezuela y Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Artículo 2°: Procédase a la ocupación de los locales, archivos y demás efectos de los Partidos a que se refiere el artículo 1° de este decreto. Betancourt encarga a su ministro de relaciones Interiores Carlos Andrés Pérez para iniciar una feroz represión, obligando a estos movimientos políticos a decretar su clandestinidad. Este es otro saber republicano.

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