El diario plural del Zulia

Douglas Zabala // Empatiquinao

Hoy no está la V.O.C y menos Puerto Arturo, tampoco Las Quince Letras hace esquina con San Juan de Dios, pero ella si está, y por eso hoy quiero ofrendarle desde esta esquina de mi otro Barrio Empedraero, este pequeño homenaje a nuestra Virgen Chiquinquirá.

No sé peló una el Neguito Borjas cuando tarareó: "voy al baile y la retreta voy hasta la Plazoleta a disfrutar las Veladas, busco el sonido pueblero de Ruben el campanero que retumba en la barriada". Así era la cosa en mi Barrio El Saladillo. Así era en mi Calle Los Biombos, dónde desde días antes del 18 de noviembre comenzaba el mollejero a qué los Pericos haciendo los Papelillos pa adornar nuestra calle.

De la Calle el Tránsito se dejaban rodar los hijos de Federico Ochoa, el dueño de la Zapatería 8A y de la calle El Dati, venían Ito y Alejandro Querales. Tambien de allá del Dati venían Tachuela y Bernardo, cuñaos de Gibertico Garcia fundador de los Master y hasta Don Ojeda de los lado de Cambuleto, pá ayudar junto a Douglas y Mauricio Villalobos, hijos de Ciro Coyeyo el Furrero del Conjunto Gaitero, El Saladillo. Edison, Romulo y quienes con Betty Negrette, Magaly, Mamita, Vivían, Deicy, Chinquita y hasta Amalia Porqué, ayudabamos a montar junto a nuestros padres, los adornos para el día de la Velada.

En la otra esquina de los Biombos, Danilo, Jesusito, y Adabertico, todos hijos de Adalberto Bracho, el dueño de la V.O.C también armaban con Douglas Fernández y su hermano el Maneto, el charrasquero del Saladillo el rebulicio de los adornos y los papelitos pa montar la Velada. Ramón Manguera que tenía su Barbería cerquita de mi casa, frente a que Nerio Matehus, también se metia en el golglorio de adornar nuestra calle pal día de la Velada; pero eso sí, pelando a lo Yankee y con cepillo a todo coñito o viejo que se iban a emperifollar pal amanecer de la Virgen.

En la esquina de mi casa quedaba "La Flor del Zulia" y al frente estaba la tienda "El Saladillo".
Detrás de la Flor del Zulia saliendo pa' La Salina aparecía en un alto enlozao la tienda "Alto La Mina". A cinco casas de la mía vivía Ciro Coyeyo, pero a tres casas, tambien vivía Rafael Rincón Gonzalez, y por eso voy a recordar lo que él decía en su cantar: "Yo nací en los Biombos, soy del Saladillo y en La Flor del Zulia yo jugaba cuando niño".

Desde el Abasto El Saladillo hasta la esquina de San Juan de Dios, quedaba el Cerro la Gaveta y la tienda de Adalberto Bracho "La V.O.C". Por allí siempre pasaba la Reina Morena. En el gigante enlosao de la casa del Maneto, me encaramaba para ver bajar la Procesión, y justo cuando llegaba a esa esquina, arracaba a cantarle Ricardo Aguirre, Nerio Matehus y Moises Martínez, sus gaitas llenas de amor absoluto y de infinita bondad.

El día de la Velada no había nadie que no se empatiquinara. El que podía se estrenaba pa que la China lo viera bonito, y el que no, desde temprano andaba bien planchaito y listo pá pasar toda la noche del timbo al tambo por todas las Veladas del Barrio, piropeando Saladilleras y echándose unas guayacolitas, en espera de que pasara la Virgencita.

Arranca Neguito: "Seis de la tarde, ya estoy en Empatiquinao,
hay gaita por todos laos en ambiente esta que arde,
bien adornada cada calle, cada esquina,
para que pase la china y bendiga la barriada".

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