El diario plural del Zulia

Discernimiento de los espíritus, por Julio Portillo

San Ignacio de Loyola en las meditaciones de sus Ejercicios Espirituales propone una que llama el “Discernimiento de los espíritus”. Es una especie de gimnasia para escoger entre el bien y el mal, elegir el mejor camino, con autonomía y libertad colocar en una balanza lo que mejor conviene, prevenirse ante los placeres aparentes que propone el demonio, evitar las cosas secretas, no dejarse llevar por la desolación.

Cuánta falta le hace a la oposición unos ejercicios espirituales para no bajar la guardia, dejar ambigüedades, no caer ante los cebos que el Gobierno proponga, ni dejarse atraer por posibles ganancias, aprovechar la energía de la juventud estudiosa de Venezuela y hacer camino al andar.

La Opinión Pública Internacional no pasa hasta ahora de meras declaraciones contra la dictadura venezolana. Así lo han dejado ver los presidentes Trump, Macron y Santos de Estados Unidos, Francia
y Colombia respectivamente, el Pa0pa Francisco, Luis Almagro desde la OEA, Brasil, Mercosur, la Unión Europea, Unasur y voces autorizadas de varios países.

Mientras tanto el régimen venezolano, instala la Constituyente, mete en las rejas nuevamente a Ledezma y Leopoldo López, practica allanamientos de madrugada en varias residencias de opositores, destituye a la Fiscal Ortega Díaz, encarcela al Alcalde de Barquisimeto Alfredo Ramos, persigue a los magistrados nombrados, convoca apresuradamente elecciones regionales, poco le importa la denuncia del fraude de las elecciones recientes realizada por Smartmatic.

A la par, sigue la destrucción de la economía venezolana con los aumentos de salarios, el valor artifi cial de la moneda, elevación del gasto público, asfixia de la actividad privada, la administración militar de la alimentación, petróleo, minería y gran parte de las embajadas, no hay flujo de capitales y el dólar paralelo está casi llegando a los 20 mil bolívares.

Maduro por su parte a pesar de ser ubicado entre los peores dictadores del mundo actual, con un mesianismo trasnochado se autoproclama “libertador de la América del sur”, insulta al Cardenal Parolín, Secretario de Estado del Vaticano, amenaza a las pocas televisoras privadas, hace que el pueblo pobre dependa más para su subsistencia de las dádivas del Gobierno, con perversión provoca que la oposición abandone la ruta de devolverle a Venezuela la democracia.

Atravesamos unos días sombríos, el posconstituyente es amenazador, los partidos de la oposición parecieran presa de desconcierto, la seducción de las elecciones regionales crea confusiones, la indecisión de la unidad opositora se torna en una calamidad que necesita lo más pronto posible un antídoto.

Hay que pedirle a Dios nos permita esclarecernos y tomar el camino más acertado para sacar a Venezuela de esta tragedia. Nuevamente necesitamos las virtudes de la persistencia y la paciencia. Como recomienda un proverbio anónimo “Ten paciencia, no la amargues con ideas retorcidas, piensa que todo llegará”.

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