El diario plural del Zulia

Dios o bestia, por Noel Álvarez

En mis tiempos de mozalbete, mi padre se encasquetaba unos lentes de aumento mal graduados, tomaba el Manual de Carreño y nos sentaba, a sus hijos y también los chavales de los vecinos, en el patio de la casa, debajo de una enorme mata de mango para darnos una clase de ética y moral. Con el aval de quien tiene una trayectoria honesta, nos hablaba sobre las cosas incorruptibles.

Nos explicaba que esas cosas, eran aquellos bienes materiales que no se descomponen, como el oro, por ejemplo. Si mi padre siguiera vivo y yo le preguntara lo que se debe hacer para ser una persona respetable, estoy seguro me contestaría: actuar lo más justo posible a lo largo de la vida.

En su lectura al Manual de Carreño, expresaba también que “llamamos incorruptibles a aquellas personas que por su ética no se dejan llevar por seducciones deshonrosas y a ellos se les llama también nobles que pesan una tonelada de oro. Corrupción, que es el opuesto, proviene del latín y signica “echar a perder”. Todo lo que es susceptible de dañarse es corruptible y toda acción que de un modo u otro sea dañosa: es corrupción.

Aristóteles decía que todos tendemos a buscar la felicidad, estado que aparece como algo perfecto y su ciente, ya que es el n de los actos. Sin embargo, no está claro, qué es la felicidad. Obrar conforme a la propia naturaleza parece ser el camino más corto y más efectivo para llevar una vida recta, y siendo el hombre de naturaleza racional, le corresponde obrar conforme a la razón, que por la prudencia, elige el término medio conveniente para la acción, y esto es: la virtud.

También dice el filósofo que el hombre es un ser social y que quien no puede vivir en sociedad, es o un Dios o una bestia. Tal es el corrupto que creyéndose un Dios es en realidad una bestia.

La corrupción es el mal uso de la libertad cuando no mira el bien general, sino el particular, a rma Rousseau. Por su parte, Locke expresa que no puede haber formas de Gobierno corruptas, sino que la corrupción será parte o no de una forma de Gobierno. El origen de la corrupción está en las pasiones, fundamentalmente cuando se prioriza el interés egoísta por encima del bien común.

A los que obran impulsados por las pasiones el conocimiento les resulta inútil. El concepto del Estado Ideal, de Platón, surgió como alternativa a los tipos de gobiernos que habían existido hasta el momento, la oligarquía y la democracia, los cuales, desde su punto de vista, estaban constituidos por demagogos que únicamente ambicionaban el poder.

El bien común más importante para Platón era la justicia, entendida esta, como: armonía, unidad y cohesión social. Lo contrario de este bien común es la desunión, la desarmonía y la ruptura de la unidad provocada por luchas internas del poder, que hacen imposible la cooperación armónica entre los ciudadanos. Este parece ser el camino de la dirigencia opositora venezolana últimamente.

En los regímenes democráticos, el voto es el medio por el cual los ciudadanos expresan su acuerdo o no, con las acciones realizadas o sugeridas por quienes se postulan a cargos públicos. Aristóteles afirma que los cargos públicos son honores y por tanto hay que honrarlos mediante una conducta digna. Karl Popper señalaba que “necesitamos del  Estado para evitar el abuso de la libertad, pero también necesitamos la libertad para evitar el abuso del Estado”. Al lo de la tarde, mi padre, Carreño en mano, concluía su labor pedagógica con una frase cargada de sabiduría: Una buena sociedad necesita de una conducta ética cargada de valores que nos hagan crecer, no solo como comunidad, sino  también como personas.

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