El diario plural del Zulia

Cruzada por la democracia, por Rubia Luzardo

Unidos en una cruzada por la democracia, la ciudadanía venezolana, reclama sus derechos civiles y políticos atropellados sistemáticamente por el Gobierno, este recorrido persigue un cambio y la variable principal de ese cambio está en el Estado y sus instituciones como instrumentos necesarios para revertir las condiciones actuales.

Es inocultable tanto a lo interno como externo del país, la inestabilidad democrática que se vive en la nación y ello, se puede medir en la frágil efectividad de los derechos ciudadanos, ya que una característica fundamental de la democracia es su sistema legal, que por un lado, protege los derechos y libertades políticas y por otro; se basa en la prescripción de que en democracia, ningún sujeto retiene para su beneficio el arbitrio de sustraerse a los alcances de la ley, tal como se está observando en las distintas actuaciones del Tribunal Supremo de Justicia y su subordinación a la gura ejecutiva del Estado. Entonces nos queda interpelarnos ¿cómo pensar que estamos viviendo una democracia con un sistema legal que está basando su autoridad en un principio diferente al de la “soberanía del pueblo”?

Y esto no es lo que deseamos y esperamos los venezolanos, queremos un Estado que responda a la demanda social y ciudadana, si la mayoría electoral en diciembre 2015, decidió por los diputados de oposición porqué no se empieza por respetar ese poder soberano. Y, es preciso reconocer que en el mundo la democracia se ha convertido en un sinónimo de “libertad y justicia”, por ello; debe ser nuestra principal bandera de lucha, paradójicamente como una forma de construir la paz, en virtud de que la mayoría nacional aspira garantizarla libertad, la justicia y el progreso, creo que una minoría espera lo contrario. Los ciudadanos de paz, queremos participación social, ciudadana y electoral libre sin condiciones, renovación de autoridades, alternabilidad en el poder, ya basta de ver las mismas caras, exigimos respeto a los derechos constitucionales y fundamentales, no más manipulación al pueblo que desgasta cada día, la suela de su calzado en la búsqueda de un carné patriótico o una bolsa que escasamente alimenta. Bastará a cada día su propio afán, es decir; después del cambio político, vendrán desde el interior del propio Estado transformado, los cambios económicos y de políticas sociales que tanto se requiere para impulsar un desarrollo humano integral en Venezuela. Mientras tanto, hay que avanzar en esta gran cruzada por la democracia, teniendo claro que los cambios se gestan, no caen del cielo. Esta semana un hermano zuliano, pudo estar frente al Santo Padre y manifestarle: “El pueblo venezolano está sufriendo mucho no hay alimentos ni medicinas. A lo cual este respondió: “Animo, ten fe Venezuela saldrá adelante”, y eso debemos pensarlo y hacerlo posible.

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