El diario plural del Zulia

Crisis humanitaria en Venezuela, por Ángel Rafael Lombardi Boscán

Jesús Faría: “Nuestro modelo socialista se apunta hacia la distribución de la riqueza”. Para distribuir primero hay que tener las riquezas, y sin las riquezas, es imposible distribuir. ¿Y qué se distribuye? ¿Una renta petrolera o una riqueza que surgió del trabajo productivo junto al ahorro? Las contradicciones del régimen en el área económica son suicidas. Proclaman a los cuatro vientos que el sistema rentista murió de una forma alegre, y hasta irresponsable, porque dan la impresión de que conquistaron el Gobierno ayer mismo, es decir, la ciudadanía está obligada a darles un voto de confianza porque son “nuevos” en estas lides, tamaña desfachatez. El modelo económico socialista a la venezolana es una completa estafa.

Con el aparato productivo nacional incapaz de surtir los más elementales productos para el consumo de los ciudadanos se acudió entonces a la importación, pero esta ha caído abruptamente porque el régimen dilapidó los recursos, ya sea regalándolo a otros países “amigos” o por los caminos verdes de la corrupción más espantosa que en tiempos republicanos hayamos vivido. El régimen agotó las divisas fuertes relegando nuestra moneda a un valor simbólico que la inflación que tenemos sobre el 300% convierte al bolívar en la moneda más débil del mundo. Ironías del destino porque durante el chavismo, amante del nominalismo glorioso, se le cambió el nombre con bombos y fanfarrias para llamarlo “bolívar fuerte”.

Los resultados están a la vista de todos. El chavismo piensa que las amenazas a su proyecto hegemónico provienen tanto de la contrarrevolución nacional junto a la internacional, cuando en realidad provienen de su propia incapacidad y deficiencia. Es por ello que no tenía mucho sentido aprobarle en la nueva Asamblea Nacional el Decreto de Emergencia Económica a un Gobierno causante del desastre actual y con unas medidas que ya probaron ser inútiles para resolver la crisis humanitaria actual por la que atraviesa dramáticamente Venezuela.

A la escasez de medicamentos y alimentos esenciales, se le suma la carestía de los repuestos para todo tipo de vehículos y artefactos domésticos, además del derrumbe de los servicios públicos como el agua potable y la electricidad junto al tema de la inseguridad desbordada. El chavismo arruinó al país en estos largos 17 años de historia perdida donde se han sacrificado como mínimo entre dos y tres generaciones de venezolanos. La que actualmente se inmoló y las dos venideras que tendrán que trabajar a lomo partido para revertir este desastre diluviano sin haber sufrido de las guerras calamitosas como sí la tuvieron los europeos en pleno siglo XX.

En 1929, en los Estados Unidos se vivió la “Gran Depresión”, una crisis económica espantosa que arruinó a millones de estadounidenses. El Presidente Herbert Clark Hoover fue negligente en su adecuada atención. En consecuencia, por la vía de los votos, se eligió el 4 de marzo de 1933 a Franklin D. Roosevelt que con una determinación de acero enfrenta el caos económico que desgracia la vida de sus compatriotas aplicando la política del “New Deal”. Se emprendieron grandes obras públicas y se puso a trabajar a la gente, se respetó a la democracia y la crisis empezó a remitir. Con el chavismo, en fase terminal, no existe ninguna posibilidad realista de sincera enmienda previo reconocimiento de su culpa en haber desfalcado a la nación.

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