El diario plural del Zulia

Billy Gasca // Sur del Lago

Desde hace semanas las familias que viven, producen y trabajan en la parte sur de la cuenca del lago de Maracaibo se encuentran afectadas por las consecuencias de una serie de inundaciones que se han producido, fundamentalmente, por el rompimiento de áreas correspondientes a muros de contención de afluentes de ríos y caños, dentro de los que destacan el rio Zulia,Chama y los caños de los sectores de La Fortuna, Moralito, Caño Caimán, La Gallera, Tres Pipas, Sinaí, Boca de los Cedros, Santa Elena, Corrientudo, ante las persistentes lluvias en los municipios Colón, Francisco Javier Pulgar y Catatumbo.

Estas afectaciones considerables han encendido las alarmas de los distintos niveles de gobierno, al punto que el jefe de Estado, hace algunos días, llamó la atención para que el ejecutivo regional se avocara con decisión a las labores de atención integral a las familias damnificadas y la coordinación de las obras de dragado y de ingeniería con el fin de atenuar los efectos de estas fallas que no cesan, debido a la alta densidad de la actividad pluviométrica en la zona.

La pregunta que todos nos hacemos es si esta situación no fuer previsible. La respuesta a esa interrogante inequívocamente es sí. Hace aproximadamente siete años la empresa rental de ingeniería de la Universidad del Zulia realizó estudios precisos acerca del comportamiento hidráulico de los principales ríos, afluentes y caños de las zonas afectadas en la actualidad y se determinó, mediante la utilización de modelos matemáticos y ejercicios de simulación el tipo de obras que se debían realizar, dentro de las cuales destacaban el mantenimiento de la anchura de estos reservorios naturales de agua, la profundidad de los mismos y el reforzamiento de los muros de contención, tres variables que mediante la planificación estratégica situacional se establecieron y en consecuencia, se iniciaron operaciones técnicas que en cinco años no se le dieron continuidad y la consecuencia de tal omisión, se traduce indudablemente en los hechos lamentables que hoy nos llenan de impotencia y también de dolor.

Lo más lamentable, es el hecho inexorable que aproximadamente en cada lustro, -está demostrado en el aludido estudio-, se repite la misma situación. Acaso nos sirve entonces, despreciar a la ciencia como medio para anticiparnos a los problemas. Es que la no realización de las actividades y obras necesarias fueron producto del desconocimiento de quienes gobernaron el estado Zulia o quizás de la inobservancia y desprecio a una realidad previsualizada.

Es hora de poder diseñar un equipo de trabajo multidisciplinario en el área para corregir la situación y echar a andar, de forma permanente un plan de ejecución del plan de respuesta a estas actividades atmosféricas e hidráulicas a través de los estudios que ya están elaborados y que solo esperan que se pongan de acuerdo todos los actores para acometerlos con el mayor nivel de eficiencia y efectividad posible.

Resulta cardinal entender que la planificación es la primera función administrativa de cualquier política pública. Esta sirve de base para las demás funciones, debido a que determina por anticipado cuales son los objetivos que deben cumplirse y que debe hacerse para alcanzarlos; por tanto, es un modelo teórico para actuar en el futuro. Por lo cual, es tiempo de aprender la lección, por el bien de nuestras familias y por el desarrollo de un estado que lo ha dado todo por el país y aun espera recibir, como retribución, parte de lo que ha entregado.

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