El diario plural del Zulia

Ausberto Quero // El Muro de la COLM y Dios

Como antecedente al fenómeno de Subsidencia que se viene presentando en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo  (COL) que indicaremos más adelante, es  de resaltar que los campos que actualmente están ocupados por instalaciones petroleras, en áreas de antaño estaban separadas del Lago por franjas estrechas inundables de hasta casi un km de ancho, posteriormente en 1925 comienza a explotación petrolera por Venezuelan Gulf Oíl Company, seguida de la Concesionaria de Royal Ducth Shell, quien  en su momento tenía  la  mayor cantidad de pozos petroleros en tierra,

Ya en 1929 se detecta el problema del hundimiento mediante mediciones topográficas, lo que determino la idea de construir dique /muros a todo lo largo de la costa para evitar que se anegara el área costera por la intromisión de las mareas y la incidencia de las lluvias. En sus inicios el muro tenia altura de1 mt por encima del nivel del Lago con un ancho tope de 0,5 mts, lo cual fue insuficiente una vez que comenzó a incrementarse el hundimiento progresivo, en paralelo con el aumento de producción de petróleo. Para 1931 se preparó un plan más elaborado que contemplo el reforzamiento del muro original con arcilla, y se le dispuso un revestimiento a la cara que daba al Lago de Maracaibo, obviamente expuesta a la incidencia de las mareas y el oleaje.

Más adelante se le coloco una protección de asfalto y se reforzó al área expuesta al oleaje, y para 1957 se le construye un rompeolas, elevándose de nuevo la altura del dique. Luego en 1966 la empresa holandesa Nedeco realizo un estudio que incluyo investigaciones geotécnicas e hidráulicas, donde se resumen los criterios de elevación progresiva, y los detalles del mantenimiento que se le debía realizar al dique en ese entonces.

Después del terremoto de Caracas en 1967 fue necesario reforzar los estudios de riesgo sísmicos en los diques costaneros, y para comienzos de los 80 se involucra Intevep y un grupo de expertos internacionales en análisis de riesgos sísmicos, que se incorporan en las auditorias técnicas a realizar. Esto se llevó a efecto con mucha dedicación, y hasta lo comienzos de la década del 2000 los estudios de riesgos se actualizaban constantemente, para garantizar las medidas de refuerzo de la geometría del dique, y su fundación que garantizarían la disminución del riesgo de colapso del mismo. 

Entrando en el tema del fenómeno de la subsidencia, es de comentar que uno de los efectos de la producción de crudo es la compactación de los yacimientos, y como resultado de la misma, se produce un hundimiento gradual de la superficie (subsidencia), directamente relacionado con el volumen de fluido desalojado lo que ha traído como consecuencia la formación de posibles áreas de inundación en los sitios de producción petroleras, incidiendo como consecuencia en la ocupación urbana, y en la topografía del mismo terreno.

En nuestro caso, este fenómeno ha estado directamente asociado con la extracción de crudo en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo (COLM), en un total el área afectada por hundimiento abarca unos 1.220 Km2 sobre el Lago y tierra firme, donde dada la calidad del crudo que se producía o se manejaba, llego a estar en su momento en del orden de 1.5 millones de barriles diarios, en otrora alrededor de un 60% de la producción nacional.

Específicamente este hundimiento ha incidido en los municipios Simón Bolívar en Tía Juana, Parroquia Manuel Manrique y el sector Las Palmas; en el municipio Lagunillas, Parroquia Venezuela desde el Muro de contención hasta la Av 72 y desde el Sector Cano La O hasta El Ahorcado, siendo los Sectores más afectados Canaima, Corea,Turiacas, Cabeza de Toro, entre otros, y los Campos Petroleros Alegría, Milagros, Carabobo, La Florida, Campo Rojo, entre otros, ubicados a la orilla del dique costanero,  y el Municipio Valmore Rodriguez en Bachaquero, en los sectores El Aserradero, Rómulo Gallegos, José Félix Ribas ,Los Próceres, y Las Parcelas de las Parroquias Rafael Urdaneta y La Victoria,  con una población estimada en unos 300 mil habitantes.

Las tasas de subsidencia hasta donde se hicieron mediciones hace unos 20 años atrás alcanzaron valores de hasta 24 cm/año, y hundimientos acumulados de hasta 7 m, para lo cual se construyó como ya  se mencionó, hace unos 90 años un muro o dique de tres tramos que totalizan unos 48 Kms de longitud, y complementariamente  en fechas posteriores, se construyeron 103 km de Dique interior, 490 km de canales de drenaje que protegen los campos contra inundaciones por lluvias, y 34 estaciones de drenaje que se encargan de desalojar las aguas de escurrimiento, que han permitido proteger a las poblaciones y/o comunidades nombradas de posibles desbordamientos del Lago de Maracaibo, y la escorrentías de las aguas de lluvias aguas arriba.

El área fue decretada en el año 1986 como Área de Acción Especial según Resoluciones 40 y 263 del ex Ministerio de Desarrollo Urbano, destacándose que ambos instrumentos consideraban a Tia Juana, Lagunillas y Bachaquero  Áreas de Acción Especial, y las mismas concebían su eventual reubicación en áreas urbanas cercanas, para que no confrontasen el problema de estar ubicadas en áreas por debajo del nivel del mar o cota 0,si fuera el mejor termino, que permitieran además la consolidación o fortalecimiento seguro de las infraestructuras existentes.

En otros términos, la estrategia regional de reubicación de la población que se encuentra en áreas de subsidencia, se orientaba a buscar un patrón de ubicación alejado de cualquiera de los riesgos que padecen Tía Juana, Lagunillas y Bachaquero.

El Plan de Contingencia de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo-Plan COLM-, fue creado por Decreto Presidencial Nro. 908 de fecha 24 de mayo de 1990, para atender a las poblaciones de Tía Juana, Lagunillas y Bachaquero con riesgo de inundación por una falla incontrolable en el sistema que las protege. La responsabilidad de preparar e involucrar a las comunidades ante una posible situación de desastre, llevó a la búsqueda de un modelo de acción donde la comunidad participara de manera espontánea.

A tal efecto, en 1996 se implantó un Programa Piloto de Difusión (Programa Escuela-Comunidad), promoviendo la Escuela como centro multiplicador de la información del Plan COLM en las comunidades, introduciendo la metodología Aprender-Haciendo, la cual permitiría la organización de su base e inducir cambios de actitud (cultura de riesgo), en forma sencilla y en un tiempo relativamente corto, que permitieran resultados tales como: a) participación y organización de los habitantes de la comunidad, b) percepción e identificación de riesgos y c) incorporación de conducta de autoprotección.

Esto en parte se cumplió, pero luego se abandonó la inversión social y la educación constante que esto amerita todavía. Esta acción iniciada debe ser retomada para que sirva como punto de referencia para continuar con los programas de preparación para emergencias en comunidades, amenazadas de verse involucradas en situaciones de desastres y aquejadas por la crisis social y económica que encara Venezuela en este momento.

En lo que tiene que ver con los sistemas de apoyo, se disponía de un Sistema de Alarmas de 8 sirenas de unos 100 decibeles, y también es de resaltar que existían unas 300 Señales de Ruta de seguridad, en las principales avenidas y carreteras de la zona de subsidencia, las cuales indicaban hacia dónde dirigirse en caso de emergencia.

En lo que tiene que ver con los diques costaneros, el deber ser de su mantenimiento contempla tres funciones y actividades que deben garantiza su integridad y protección, para lo que fueron diseñados:1.El control de la elevación de los mismos o mejoramiento, a través de medidas de mitigación, con el fin de mantener un borde libre confiable a una estructura estable, lo que conlleva a trabajos de elevación y aplicación de la berma o del rompeolas,2. La reparación de los topes, taludes, rompeolas que se ven afectados por los agentes erosivos de escurrimiento y oleaje, y el control de la vegetación que crece en los taludes, y 3.El control y mantenimiento de los instrumentos de medición de la estructura.

Dentro del control y mantenimiento de los instrumentos de medición, esta lo relacionado a la red piezométrica que mide la presión de los estratos por debajo de la base impermeable del muro, permitiendo determinar según el valor registrado la evolución de este estrato, y el control sísmico para lo cual se instaló una red de sismógrafos y acelerógrafos, los cuales operaban mediante convenio con la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis).

En cuanto a los sistemas de drenaje, el mantenimiento de los mismos debería de contemplar dos actividades básicas que son: La remoción de sedimentos y control de malezas en canales y estaciones de drenaje, y El mantenimiento y operación de los equipos en las estaciones de drenaje.

Para las comunidades inmersas en esta problemática, lo que está a la vista no necesita anteojos, no hay mantenimiento de la infraestructura mencionada, se preguntan, que ha pasado con las sirenas, las rutas de evacuación, los programas de difusión, las reubicaciones de sectores situados en áreas en riesgo, ¿ha continuado el hundimiento? Con la crisis de PDVSA durante los últimos anos esta en tela de juicio e incertidumbre, el debido mantenimiento de la red piezométrica y los controles sísmicos, entre otros aspectos de recursos, investigación y de operación.

Finalmente hay que indicar que bajo tales circunstancias en las que vive el país, y la situación en particular de PDVSA, es factible buscar financiamiento externo ante organizaciones internacionales que apoyan proyectos de sostenibilidad y minimización de riesgos como este, entre otras alternativas, mientras tanto esas comunidades/sectores tendrán que resignarse a lo que aguante el Muro y a lo que quiera Dios.

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