Bajo asedio, por Maryclen Stelling
A la crisis interna que vive el país y al clima socioemocional que de allí se deriva, se agrega el manejo diplomático y mediático, sobre la realidad venezolana. La polarización y, especialmente, la confrontación en torno al referéndum revocatorio presidencial, traspasan las fronteras, convocan la atención internacional y fomentan la emergencia de coaliciones que se adhieren a una u otra postura política. En ese sentido, ciertos países de la región se ven compelidos a tomar posición, que varía por un lado entre el apoyo y el balance y, por el otro, la denuncia, confrontación, hostilidad y ataques de aquellos que se alinean con el “carro ganador” y saltan al “más poderoso”. De allí, la reciente afirmación del excanciller, Roy Chaderton, “Venezuela está cercada, pero no aislada”.
La realidad venezolana, más la fuerte y concertada estrategia que promueve la percepción de amenaza ha potenciado el asedio. A mayor nivel de percepción de amenaza, mayor es la convocatoria a cercar al país y los llamados a impulsar el cambio de régimen; mayor la injerencia, las intenciones desestabilizadoras, los llamados a la FANB… y la tentación de una invasión extranjera.
Recientes informaciones de prensa dan cuenta del asedio mediático y diplomático al país. Paraguay pide ayuda a la ONU para afrontar crisis e insiste en el debate sobre la aplicación de la Carta Democrática al gobierno venezolano. Cancilleres de 6 países -Argentina, Brasil, México, Chile, Paraguay y Perú- suscriben declaración conjunta en la cual expresan inquietud por las trabas del Consejo Nacional Electoral para que la consulta no se realice este año. Rechazan postergar el revocatorio para 2017. Manifiestan su disposición a contribuir con el diálogo “para promover la estabilidad política, la recuperación económica y el pleno respeto de los derechos humanos”. Almagro y Temer coinciden en la necesidad de celebrar el revocatorio. A título personal, Temer plantea que en las gestiones dirigidas a buscar una solución a la crisis venezolana también pudieran participar otros países, como Estados Unidos y Cuba.
Curiosamente el tema del diálogo y la mediación del Vaticano, desaparecen del interés político-mediático para dar cabida a informaciones sobre las coaliciones que promueven el asedio al país.
