El diario plural del Zulia

Aprendemos y emprendemos, por Antonio Pérez Esclarín

Fe y Alegría cumple el próximo cinco de marzo 62 años de trabajo creativo y audaz para brindar a los alumnos de los sectores más empobrecidos una genuina educación de calidad, que desarrolle sus potencialidades humanas y ciudadanas, y los capacite para el trabajo productivo. Hoy se insiste en que el derecho a la educación es derecho al aprendizaje. Aprendizaje permanente, desde la cuna hasta la tumba. De ahí la necesidad de leer la calidad de la educación desde el aprendizaje de los estudiantes. Los docentes enseñan, pero ¿aprenden los alumnos? ¿Para qué les sirve lo que aprenden? ¿Aprenden a ser mejores, a convivir con los otros diferentes, a resolver problemas, a aprender a lo largo y ancho de toda la vida? ¿Aprenden a ser conscientes de la realidad que están viviendo, a ser cada vez más competentes y productivos y a comprometerse en la construcción de un mundo nuevo?

Por ello, Fe y Alegría viene trabajando desde hace ya muchos años por una educación que enseñe a aprender, a comprender y emprender. Para ello, hay que garantizar a todos las herramientas esenciales para un aprendizaje autónomo y permanente: lectura de todo tipo de textos y del contexto, de la imagen y los nuevos lenguajes digitales; escritura como un medio privilegiado para enseñar a pensar, a argumentar, a producir, a crear, a comunicarse; pensamiento lógico, matemático y cientí co; solución de problemas; ubicación en el espacio y en el tiempo; y las actitudes esenciales para seguir aprendiendo y emprendiendo: curiosidad, experimentación, investigación, trabajo en equipo, deseos de hacer las cosas cada vez mejor, exigencia, esfuerzo, audacia, responsabilidad…

Muy conscientes de que Venezuela tiene que superar la cultura rentista y sustituirla por una cultura productiva, lo que exige que la educación promueva la creatividad y la productividad, más que la repetición y reproducción, Fe y Alegría viene privilegiando la educación para el trabajo mediante la educación técnica y tecnológica, la capacitación y la formación en competencias laborales, con el fin de mejorar la empleabilidad de los estudiantes, preparando personas cuali cadas para desenvolverse en el mercado laboral. De ahí que cada día se esfuerza más y más por estrechar alianzas con el mundo empresarial y productivo, de modo que sus programas vayan respondiendo a las exigencias laborales del entorno y del país.

Junto a esto, ante la velocidad de los cambios, la creciente precariedad del empleo y la necesidad de romper con la cultura de que el Estado debe dárnoslo todo, Fe y Alegría está proponiendo cada vez con más vigor la necesidad de aprender a emprender. El emprendimiento va a posibilitar a muchas personas lograr su independencia y estabilidad económica, mediante la creación de sus propias empresas, negocios o proyectos productivos, y pasar de empleados a empleadores. Ser un emprendedor significa ser competente y audaz, pero para Fe y Alegría, poseer también una profunda cultura humana y ciudadana para abrir caminos económicos diferentes y promover una economía solidaria, donde se fomente la cooperación y el apoyo mutuo, en el horizonte de la transformación social y el desarrollo humano sustentable.

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