El diario plural del Zulia

Antonio Urdaneta // Contundente Victoria Magisterial

Hace más de 70 años que los trabajadores venezolanos empezaron a lograr reivindicaciones laborales y a defenderlos mediante la contratación colectiva. Sin embargo, los servidores del sector público alcanzaron ese derecho mucho tiempo después. Los últimos que conquistaron ese privilegio fueron los educadores, cuya buena nueva se produjo en 1980. Desde entonces se ha avanzado bastante; pero también se registran retrocesos que nunca han debido ocurrir. Tanto la dirigencia como la base del magisterio han incurrido en errores y desatinos que se tradujeron en pérdidas de importantes conquistas sindicales

Es oportuno señalar que el poderío sindical de los educadores sigue siendo un potencial respetable, capaz de generar evidentes crisis de pánico en el seno del régimen obrericida que encabeza Nicolás Maduro. Precisamente, este oscuro personaje ha pretendido apropiarse de los bonos vacacionales de los trabajadores del sector público, un derecho adquirido desde hace mucho tiempo, hoy amparado por las leyes pertinentes y las contrataciones colectivas. Los docentes y sus dirigentes reaccionaron de inmediato y plantearon con firmeza que se defenderían del zarpazo gubernamental, a cuyo efecto anunciaron al país que el año escolar 2022-2023 empezaría con un conflicto de proporciones impredecibles.

Nicolás Maduro y su Ministro del Trabajo, ahora al descubierto como peligrosos e inescrupulosos enemigos de la clase trabajadora, intentaron patalear; pero se dieron cuenta de que la opinión pública se había inclinado a favor de los maestros. Pues bien, más rápido que inmediatamente los dos perversos y siniestros funcionarios le aplicaron el retroceso a su coche antiobrero y fueron al escondite fortificando que tiene Maduro, donde permanecieron callados hasta que la presión popular los obligó a dar la cara. Ellos saben que tal como están las cosas en el país, un conflicto nacional protagonizado por el magisterio puede ser un detonante para una huelga general, lo que significaría el inicio de la extinción de la langosta roja en Venezuela.

Sin pérdida de tiempo, Nicolás Maduro y un tal Torrealba, desde una oficina blindada en el Fuerte Tiuna, como dos muchachos regañados, obedecieron ante el reclamo de los maestros, y anunciaron que pagarían completos los bonos vacacionales. Como se dice en criollo, los educadores vencieron y humillaron a sus dos enemigos más perversos, al ganarle una batalla “sin hacer un solo disparo”. Se supo a última hora que, como siempre, Nicolás Maduro, quién se burla cínicamente de la inteligencia de los venezolanos y a objeto de imitar a Poncio Pilato, sacrificó a un chivo expiatorio. En efecto, el director de la ONAPRE, tuvo la “suerte” de ser el elegido. Al final, honor a quien honor merece: ¡CONTUNDENTE VICTORIA MAGISTERIAL!

 

Prof.: ANTONIO URDANETA AGUIRRE                              
Educador – Escritor
[email protected]
@UrdanetaAguirre

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