Antonio Urdaneta Aguirre // Cerebros y cerebelos perversos
En los últimos días, destacados personeros del régimen usurpador y dictatorial de Venezuela, han utilizado sus apariciones públicas para demostrar entre ellos mismos, cuál le aporta más “frases célebres” al país. A veces luce como una siniestra competencia intratiranía, en función de amenazar con sus “misiles” verbales de alta peligrosidad, a quienes todavía tenemos la valentía o la necesidad de permanecer en suelo patrio. Palabras más, palabras menos, esto es lo que han dicho, o por lo menos, lo que la gente ha entendido:
“Tomaremos fotos a los apátridas que intenten surtir sus automóviles con la gasolina que Irán le suministrará a Venezuela”. La autora de este adefesio verbal es el cerebelo penitenciario de la tiranía. Acusa un alto grado de mediocridad entre los funcionarios que han brincado los tinglados de la “revolución”. Usted, amigo lector, la conoce mejor que nadie; por eso se omite su nombre.
“La gasolina iraní es una opción prohibida para los escuálidos”. Esta “Luminosa” expresión dictatorial probablemente supera en “méritos” la anterior. De evaluarlos se encargará el usurpador. La pronunció, con rabiosos gestos de triunfador, el cerebro criminal del régimen. Sobraría cualquier otro comentario, para identificarlo; sin embargo, vale la pena esta pista para hacerlo mejor: está largando el apellido.
“Los contaminados de COVID-19 provienen de Europa, Colombia y Brasil, en mayor proporción. Son gobiernos indolentes que han promovido la infección de sus ciudadanos y ciudadanas y también los y las de nuestro país”. En casos como éste, ninguna pista sobra. Aquí tienen una: quien trató de competir con sus dos anteriores, como aspira la victoria, estaba obligado a causar más impacto y lograr más cobertura. Se trata del cerebro nazi de la dictadura. Se dice que ha leído a fondo hasta nueve biografías de Hitler. ¡Es muy conocido por su cinismo!
“Colombia y Brasil están utilizando los infectados de COVID-19, como armas biológicas contra Venezuela”. Bueno, esta joya del lenguaje “revolucionario” luce como el retrato hablado de la mediocridad en funciones gubernamentales. Corresponde a un gris funcionario de rango regional, muy reconocido por su falta de idoneidad para ejercer el cargo. ¡Claro, tiene sus méritos: el carnet del partido y el carnet de la patria!
Reconozco que este planteamiento es poco constructivo; pero considero que es necesaria esta clase de divulgación, porque la dictadura nazicomunista tiene a su servicio cerebros y cerebelos entrenados para la perversidad. En cualquier país donde se respete el Estado de Derecho, esos promotores del odio y la discriminación estarían tras las rejas en cárceles de comprobada seguridad, pues se está en presencia de una nueva versión de Apartheid. En Venezuela esto es imposible, porque ellos mismos nombraron un fiscal chimbo, quien sólo cumple instrucciones de los “talentos del régimen.
