El diario plural del Zulia

Ángel Montiel | López Obrador irrespeta a un país

Insinuar que el asesinato del candidato y periodista ecuatoriano, Fernando Villavicencio, era para acabar con la  candidata Luisa González, aliada del expresidente Rafael Correa , y después darle el asilo al cuestionado ex vicepresidente del país, Jorge Glas era sencillamente proferirle dos fuertes bofetadas al Ecuador una nación más pequeña pero que merece todo el respeto.

Así actuó sin ninguna consideración y violando todas las normas diplomáticas el nefasto presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

Desde que llegó a la presidencia de Ecuador, Daniel Novoa comenzó una lucha frontal en contra de las mafias del narcotráfico, el crimen organizado y la corrupción  donde la impunidad intenta apoderarse del país.

De allí la respuesta de Quito al asilo otorgado a Jorge Glas, nos guste o no nos guste, este ajustada o no a la ley internacional en términos de lo que significa darle el respeto debido a un país, está totalmente justificado para buscar y capturar a un presunto delincuente.

La canciller de Ecuador Gabriela Sommerfeld fue clara y determinante cuando aseguró “ que el gobierno ecuatoriano agotó todos los canales diplomáticos y de diálogo con México para que entregará al ex vicepresidente Jorge Glas, requerido por la justicia ecuatoriana”.

A Glas se le acusa de peculado, tomar recursos del erario nacional, malversación de fondos en la reconstrucción de la zona costera de Ecuador devastada tras el terremoto de 2016, fue condenado en dos oportunidades por soborno y tenía una medida cautelar de presentación ante las autoridades judiciales cuando el gobierno de López Obrador  decidió darle el asilo.

Jorge Glas no es un perseguido político, no se le persigue por sus ideas políticas está solicitado por el delito de corrupción.

El pupilo de Rafael Correa también cumplió condena por recibir coimas de la célebre empresa Oderbrecht acusada de escandalosos casos de corrupción que salpicaron a varios gobiernos de países de América Latina del que también fue acusado el expresidente Rafael Correa.

Andrés Manuel López Obrador presidente de México se ha empeñado en destruir una de las cancillerías más pacifistas y serias  del mundo que se caracterizaba por mediar en los conflictos en vez de tratar de ser herramienta injerencista, como la ha convertido el mandatario mejicano que deberá dejar el poder tras las elecciones de junio.

López Obrador se cree una especie de Sansón pero resulta que el Goliat de Ecuador le dió con la honda o la china un fuerte golpe en el dedo meñique del pie izquierdo que lo puso a tambalear.

Lo que sorprende es como se le da asilo  “político” a alguien que tiene este prontuario judicial de delincuencia común  contraviniendo los tratados que sobre los asilos políticos existen.

Se irrespeta un país entero que lucha por su integridad moral.

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