El diario plural del Zulia

Al borde del colapso, por Jorge Sánchez Meleán

La cara lánguida y destemplada que presenta el viceministro de la “economía productiva”, M. Pérez Abad cada vez que aparece, es la mejor prueba de la dramática situación de una economía, que está al borde del colapso. En el primer trimestre de 2016 el PIB cayó casi 11 por ciento, el consumo siete y la inversión 15 por ciento. Las estadísticas que se filtran del BCV indican que se vinieron abajo los sectores manufactura, comercio y petróleo. Lo que se espera para fines de año, si no hay cambios sustanciales, será algo nunca visto. Las importaciones se han derrumbado un 60 por ciento. Las relaciones comerciales con EE. UU. han caído un 40 por ciento. Entre febrero y marzo se han vendido 42,7 toneladas de reservas de oro según el FMI. La canasta familiar subió a Bs. 184.906 en abril. Cada día aumenta un dos por ciento. Se requieren 16 salarios mínimos para sostener una familia de cinco personas. La inflación crece cada mes cerca de 30 por ciento. Se están tomando medidas sin sentido, como el aumento de remuneraciones o los aumentos tardíos e irreales de muchos bienes. Cada vez menos familias pueden comer tres veces al día. Ya pocos pueden comer carne, pollo, leche, harina de maíz o queso. Se anuncia desabastecimiento de pan y de pastas. En medio de una crisis eléctrica que tiene fundidos a los “motores” del régimen, Fetraelectricidad anuncia un paro. La crisis energética es de tal magnitud, que hasta para surtirse de gasolina hay que hacer largas colas. Es cada vez más evidente, que este modelo socialista-militarista en el que nadie confía, no funciona. Esta economía está en bancarrota, convertida en una “economía de guerra”, donde se reparten los bienes a domicilio, gracias a la forma en que se ha conducido por aprendices de brujo de inspiración marxista-castrista, que le han declarado la guerra a la racionalidad, al sentido común económico más elemental. Y solo podría reactivarse cambiando de modelo, para generar la confianza que se requiere entre trabajadores, empresarios, consumidores, inversionistas y el estado mismo. De allí, que antes que montar un teatro de maniobras militares risible, lo que requerimos es una mesa de diálogo plural para encontrar salidas viables a esta situación. De no haber un cambio de rumbo inmediato en la economía, el colapso definitivo está muy cerca, pues esta situación es insostenible, inviable.

Lea también
Comentarios
Cargando...