El diario plural del Zulia

Afán por la vida, por Francisco Arias Cárdenas

La sabiduría del ciudadano común clama por un renacimiento de los valores para la convivencia pací ca y con justicia. Para superar la crisis económica y de valores es indispensable el diálogo, el respeto por el “otro”, el control del ego; cuando este se sobrepone a la conciencia, se manifiesta en la obsesión por poseer –a la gente, dinero, el poder– a costa de todo, inclusive de la vida del prójimo.

Es por ello que vemos a un pequeño grupo de dirigentes empeñados en provocar violencia y caos para entorpecer toda la gestión que el gobierno bolivariano, en sus diferentes instancias, hace para proteger a la población de los efectos de la guerra económica. Llevados por el frenesí de recuperar los privilegios y el control de las riquezas del país para su propio usufructo, quienes encabezan el fascismo han desarrollado crueles estrategias de guerra, que agreden particularmente a los más vulnerables. Han escondido la comida, han hecho fortuna robando y contrabandeando productos que son subsidiados desde el gobierno de Hugo Chávez, quien tomó esa medida para garantizar el derecho a la alimentación sana y abundante de los venezolanos. Ahora llaman nuevamente a “tomar la calle” con el único n de provocar violencia y muertes que sean reseñadas por los medios internacionales comprometidos con el antibolivarianismo. Y así obligar al gobierno a distraer atención y recursos de los programas en marcha para garantizar el abastecimiento.

Nadie que se llame cristiano, o revolucionario, ni siquiera “buena persona”, puede avalar ese afán de destrucción y muerte de la ultraderecha. Y la sabiduría del ciudadano lo sabe, lo reconoce. Esa sabiduría que los apátridas no han querido percibir.

La gente quiere soluciones, quiere vivir en paz, trabajar, convivir, amar en armonía y esperanza. Nosotros apostamos a la vida y a la creación, y por eso nos reunimos, planificamos y trabajamos con sectores productivos de variado pensamiento pero coincidentes en el amor a la patria, y en el futuro brillante que merecen nuestros hijos.

 

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