50 años de la hacienda La Esperanza, por Werner Gutiérrez Ferrer
La hacienda La Esperanza fue adquirida el 20 de octubre de 1966 por la Universidad del Zulia, estando desde ese momento su conducción bajo la responsabilidad de nuestra Facultad de Agronomía. Está ubicada en el municipio Rosario de Perijá, estado Zulia, kilómetro 107 de la carretera Maracaibo-Machiques, posee 456 hectáreas y fue adquirida al señor José Natividad Morillo a un costo de tan sólo Bs. 500 mil.
Ha sido catalogada como el laboratorio y aula de clases a cielo abierto de mayores dimensiones que posee nuestra alma máter. En ella diversas promociones de profesionales de las ciencias del agro, tanto de Venezuela, como de Ecuador, Costa Rica y México han recibido una excepcional formación académica.
Nuestros docentes e investigadores, así como de instituciones hermanas, han encontrado en ella un espacio único para el desarrollo de sus investigaciones en el área del mejoramiento genético, forrajes, nutrición y otras áreas inherentes al manejo de la ganadería de doble propósito bajo condiciones tropicales teniendo el resultado de sus investigaciones un indudable protagonismo en el desarrollo de la ganadería en la cuenca del Lago de Maracaibo.
Sin ánimo de desconocer los aportes de un gran equipo de docentes, es justo mencionar el trabajo de los profesores Vladimir Cruz, Jesús Ríos, y Alfredo Ocando, apoyados siempre por el profesor Carlos Gonzalez Stagnaro, quienes desde la década de los años 70 condujeron el programa de mejoramiento genético con cruzamientos de las razas Holstein, Pardo Suizo y Brahman.
Durante 50 años permanentemente hemos sabido colocar el resultado de nuestro esfuerzo al servicio del agro venezolano. Un amplio número de fincas inició su pie de cría a través de la compra de nuestras novillas de mestizaje cuidadosamente dirigido para obtener un animal productor de leche y carne, adaptado a las condiciones edafoclimáticas presentes en los municipios vecinos.
Siempre es oportuno reconocer el trabajo de los hombres y mujeres, que durante décadas han contribuido día a día, a hacerlo posible. El campero, caporal, cocinera, tractorista, secretaria, inseminador, administradora, jefe de vaquera, Ingenieros agrónomos y Médicos veterinarios todos, durante 365 días del año, desde el amanecer, han sabido derramar sobre estas tierras zulianas su amor al agro venezolano. Creo coincidir con todos, al atreverme a mencionar como el más digno ejemplo de este maravilloso equipo al señor Rafael San Juan. No hay forma posible de corresponderles por todo lo que nos han entregado.
Mis disculpas por no mencionarlos a todos, pido perdón si he sido injusto con algunos. En mi corazón y memoria estarán por siempre presentes, la vida me sabrá dar la oportunidad de agradecerles a todos quienes han sabido con sus obras, demostrarnos que SÍ SE PUEDE y llenarnos el pecho de orgullo al escuchar tu nombre “hacienda La Esperanza”. ¡Dios te bendiga por siempre!
