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Venezolanos en Chile temen regresar al pasado con la Constituyente: “Ahorarría para irme antes de que se vaya esto a la mierda”

Tres venezolanos jóvenes ofrecen su visión sobre el proceso electoral que se dirime este domingo 25 de octubre

Huir de Chile, como ya lo hicieron de Venezuela, es una opción que se pasea por la mente de muchos connacionales si este 25 de octubre, en referéndum consultivo, los chilenos apoyan la elaboración de una nueva constitución, proceso impulsado a sangre y fuego desde octubre de 2019 por la oposición del gobierno Sebastián Piñera, con socialistas y comunistas en primera línea.

Francia Romero, venezolana de 26 años, teme que una constituyente derive en la destrucción de la nación que le brinda cobijo desde 2017 y junto con su esposo chileno, contemplaría emigrar a otra nación si la opción del Apruebo en el Plebiscito 2020 alcanza la victoria este domingo. El Rechazo representa, para ella, la resistencia a sucumbir de nuevo en sistema con importante éxito en la fabricación de pobreza a lo largo y ancho del continente.

“Esperaría un año o dos, que es lo que se demorarían en realizar esa nueva constitución que luego iría a un proceso de elección. Mientras, estaría reuniendo dinero y alistándome en caso de que los resultados no sean favorables y deba partir”, asegura la comunicadora, decidida a esquivar las posibles repercusiones nefastas de una carta magna con ribetes rojos.

La extrema violencia presente en las manifestaciones sociales de octubre de 2019 y sus coletazos, con la destrucción de 77 de las 136 estaciones de la red del Metro Metro de Santiago, decenas de comercios y supermercados saqueados y quemados, sacudió a una colonia criolla que migró a esta región austral en busca de estabilidad socioeconómica, pero también política. Por ello, algunos viven un proceso de regresión.

El mismo cuento

En un artículo de opinión del Centro de Investigación Periodística (CIPER), Ximena Salazar, se refiere a la hipersensibilidad de los venezolanos en el actual contexto.

“A diferencia de otras colonias, sus integrantes se enfrentan al actual debate político chileno arrastrando los fantasmas de su pasado reciente. La mayoría expresa que si llegó hasta acá fue porque en Chile la institucionalidad funciona y la gente es libre de decir o hacer lo que quiera. Pero el estallido social de octubre, las marchas, los “caceroleos” y el debate constitucional, son un déjà vu para ellos”, sostiene la docente e investigadora.

En Chile residen más de 490 mil venezolanos, pero este proceso constituyente centra la atención de una parte mayoritaria de nuestra comunidad. Salazar destaca, sin embargo, que son pocos los venezolanos con derecho a voto en Chile: Solo 7.148, según los datos del Servicio Electoral (Servel), cerca del 1,5% de todos los que están acá con sus papeles al día.

“Si gana el Apruebo por ahora me quedo, pero es porque no tengo mayor opción de irme en lo inmediato”, expresa Odailys Luque, licenciada en letras con 4 años en Santiago, quien no ha podido renovar el pasaporte. “Ya he escuchado mucho que ‘Chile no se va a volver Venezuela’ y eso decíamos nosotros, que ‘Venezuela no se podía convertir en Cuba’. Si se toman malas decisiones, puede pasar cualquier cosa”.

La trujillana de nacimiento, no votará, pero mira a mediano plazo, tal vez a un máximo de cinco años, para poder ahorrar y emigrar de nuevo si los miedos se convierten en certezas. “Sí, ahorraría para irme antes de que se vaya esto a la mierda”.

¿Venimos del futuro?

La mayoría de los venezolanos en Chile tratan de mostrar, con sus experiencias, el terrible impacto del socialismo.

En redes sociales abundan videos con mensajes y reflexiones de criollos que alertan sobre los riesgos de una constituyente y del impacto de la ideología roja en la nación austral. Algunos lo hacen con demasiada vehemencia, sin tomar en cuenta las diferencias de los procesos históricos de ambos países, en el caso chileno, con las cicatrices aún latentes de la dictadura de Augusto Pinochet.

“Vengo del futuro, empiecen a comprar dólares”, “Venezuela ha comido muchísima mierda y Chile está antojado de una cucharada”, “nadie aprende con socialismo ajeno”, “permitan que les cambien la constitución y denle la bienvenida al fin de su país”, forman parte de un conjunto de expresiones que se viralizan, como advertencia, de abrirle la puerta al socialismo-comunismo.

Para Jhoan Manuel Franco Roo, asentado en Chillán desde hace 4 años, resulta muy difícil ver el futuro cercano y visualizar a Chile como Venezuela, sabiendo que este país ya pasó por un doloroso proceso de dictadura. “No creo que la mayoría de los ciudadanos quieran repetir errores del pasado. Porque creo que la nueva constituyente para los chilenos debe tener mejores propuestas en los temas sociales, Fonasa, pensiones, salud y educación”, opina.

Con 29 años, trabajo y disciplina, este zuliano de 29 años tiene apartamento y carro propio con apenas 4 años de residencia en el país. Cree que debe tenerse un horizonte claro para volver a emigrar. “Se debe esperar, ver cómo van avanzando las cosas. Yo no creo que venga un cambio radical. Sería muy pronto tomar una decisión teniendo en cuenta que muchos venezolanos tenemos ya la vida hecha en Chile a pesar del estallido social y de la actual pandemia que enfrenta el mundo”.

Romero, por su parte, sí que avala estos dichos. Los considera premonitorios. “Si Venezuela tardó 20 años, Chile tardaría mucho menos. Bueno, ya en chile lo vivieron. En tan solo dos años gobernando, con Salvador Allende se empezó a ver lo que nosotros demoramos creo que 10 o 15 años, me refiero a desabastecimiento, filas, inflación, expropiaciones. El país estaba muy destruido”, recuerda.

A juicio de la periodista, de haber un cambio de la constitución para suprimir ese “sistema neoliberal” que muchos de la izquierda pretenden eliminar, reinaría el caos. El chileno, resalta, es consumista en la acción, aunque no lo sea en el discurso. “Sería triste, porque Chile no es como Venezuela que tiene muchos recursos que se demoraron 20 años en destruir. Aquí sería todo más rápido”.

En el artículo de Ciper, Virginia Pérez, asesora del senador Alejandro Navarro y con apenas dos años en el país, asegura que una vez que superen el trauma político propio, los connacionales entenderán que esta es una sociedad que merece cambios estructurales. Romero reconoce que urgen mejoras en el sistema de salud y de pensiones. “No se deben eliminar las AFP sino mejorarlas o quizás implementar lo que había antes, un sistema de pensiones mixtas donde por elección propia tú decidías si invertir en un sistema de AFP privado o en un sistema de pensión público o en ambas. Igual son cosas que no se arreglan con un cambio de constitución ya que para eso existen las reformas”, sostiene Romero, convencida del reflejo que acecha.

En resumen, Francia, Odailys y Jhoan Manuel están a la expectativa de lo que suceda este domingo. El fantasma de una Venezuela destruida los pone en alerta a más de 4500 kilómetros de distancia. Temen tener que volver a colocar el corazón en una maleta por culpa de una ideología que en la realidad dista demasiado de los postulados de igualdad y justicia y se tramuta, con base en sus vivencias, en el doloroso tormento de las faltas de libertades, la inseguridad y las neveras vacías.

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