El diario plural del Zulia

Una carupanera prepara los cachitos que generan furor en Santiago de Chile

Carmen Cecilia Moya, CEO de Cachitomanía,

Temple, amor, sacrificio. Carmen Cecilia Moya es de esas mujeres que se ganan la admiración de su entorno nada más verla o escucharla. Esta carupanera de 46 años, abogada graduada en la Universidad de Santa María, laboró 13 años en una unidad de atención a la víctima del Ministerio Público, de donde fue despedida por no plegarse a la línea política.

Carmen Cecilia emigró a Chile en mayo de 2018 con un hermano, una sobrina y su hija de 4 años. Los esperaban sus sobrinos, quienes se convirtieron en sus ángeles guardianes. “Los primeros 10 mil pesos que gané fue vendiendo tortas tres leches afuera del Metro”, recuerda. Inscribió a su hija en el colegio y cuando la iba a llevar armaba dos bolsas de supermercado con tortas y las vendía cerca del colegio, mientras la esperaba.

 

Y

El motor de Carmen Cecilia es su hija.

a con permiso de trabajo consiguió un puesto en una pastelería como ayudante de cocina. Moya consiguió poco después empleo en un estudio jurídico como Procuradora, donde trabajó por un año, y luego pasó a otro similar por un año más, pero con la pandemia le redujeron la jornada laboral y el sueldo a la mitad.

"Estuve de prueba medio turno en una Notaría, quedé y renuncié a mi trabajo. La semana antes de hacerme el contrato se me perdió el carnet y la Notario no quiso hacerme el contrato. Me quedé sin el chivo y sin el mércate, literal. Sentí que me iba a morir. De regreso a casa, me escribió un amigo y me pidió dos tortas de cumpleaños y me dije: ‘Yo puedo ganar plata con esto”, detalla.

Abrió un emprendimiento de pastelería  y le fue bien, pero bajaron las ventas y buscó empleo desde casa, pero hace tres meses se dedicó a vender cachitos, galletas estilo NY y Pan de Jamón (en época decembrina), aunque a decir verdad vendió pan todo este año.

Hoy Cachitomanía ofrece cachitos (horneados y congelados listos para hornear) de diferentes sabores: Tradicionales, Guayaba y Queso crema), Espinaca/Ricotta y Hawaianos. Todos en formato grande y tamaño lonchera, estos últimos los más solicitados por las mamitas para las loncheras de sus hijos y para ellas mismas llevarse al trabajo.

Cachitos, panes de jamón y galletas son los principales productos que elabora la sucrense.

También vende galletas estilo N.Y con cuatro sabores: La negra triple buena, que se llama “Yulimar”; Caramel Salted o La Catira; Rafaello (galleta inspirada en el bombón Rafaello de Ferrero Rocher); y La Peanut Butter (inspirada en el bombón reeses).

Este año activó cursos presenciales para preparar pan de jamón y cachitos venezolanos.

Voy a llenar de cachitos y pan de jamón todas las comunas de Santiago y después seguiré a regiones”, asegura con convicción. “Me proyecto triunfadora más, que por mí por mi hija, porque deseo enseñarle con el ejemplo que se puede y que los obstáculos son sencillamente escalones que bien movidos te pueden llevar a lograrlo porque te harán más fuerte”.

¡Qué ejemplo!

 

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