El diario plural del Zulia

Tendencias que marcan el consumo en plena pandemia este año

Los hábitos de consumo han cambiado mucho desde que en 2020 empezara la pandemia mundial de la Covid-19 que todavía afecta al planeta, por lo que es bueno conocerlos para saber hacia dónde seguirán evolucionando en los próximos meses y saber qué hacer.

La crisis sanitaria y económica mundial que todavía sigue afectando al mundo, ha generado una serie de cambios globales en muchos aspectos, incluyendo la economía, las finanzas, y consecuentemente en los hábitos de consumo, que siempre es bueno analizar para entender mejor el camino que llevan y hasta dónde pueden llegar.

Para comprender un poco la situación, es bueno repasar algunos conceptos básicos, como la misma palabra “consumo”, que de acuerdo a las distintas definiciones generalizadas, se puede concluir que es la adquisición de servicios y bienes para satisfacer las necesidades de las personas.

Al hacer mención a esto inmediatamente llegan a la mente cuáles son esas necesidades básicas y esenciales que hoy toman especial relevancia durante la actual situación de crisis mundial, como pueden ser salud, alimentación, tecnología y producción local, y que han dejado atrás “prioridades” propias de una sociedad de consumo.

La salud es primordial

La llegada del SARS Cov-2 ha hecho reflexionar a muchos sobre la importancia que tiene la salud sobre el resto de otras cosas, sobre las que incluso se tenía mayor prioridad, entre ellas, la diversión y el consumo de artículos que realmente no son tan importantes.

La Covid-19 está determinando nuevos hábitos de consumo, que se orientan más hacia la preservación de la salud y el fortalecimiento de vivir sanamente, lo cual se puede decir que es un efecto positivo de toda esta crisis mundial.

Hoy en día la gente invierte más en artículos que les permitan, primeramente, cuidarse ante cualquier contagio del Coronavirus, como mascarillas, alcohol, guantes, productos antibacteriales y demás elementos de seguridad sanitaria. En segundo término, el consumo también se orienta hacia  fármacos y complementos vitamínicos que ayuden a estar vigorosos y fuertes para poder afrontar cualquier problema de salud.

Una buena alimentación

También, por los mismos efectos de la crisis, los hábitos alimenticios han cambiado mucho, para bien de las personas, por cuanto ya no se puede comer como antes en restaurantes ni en puestos de comida rápida, debido a las restricciones sanitarias que existen en la mayoría de países. Ahora el consumo de alimentos más sanos, elaborados en los propios hogares, está retomando ese hábito perdido hace ya algunas décadas.

Se ha rescatado el hecho de comer en casa, lo cual ha cambiado totalmente la orientación de la inversión de los recursos que anteriormente se destinaban para consumir en la calle. Aunque el hábito de comer fuera de casa seguramente se retomará con el regreso de la normalidad, muchos continuarán aprovechando el ahorro y lo saludable que es alimentarse en sus propios hogares.

Mayor consumo en tecnología virtual

El confinamiento y la necesaria utilización de la tecnología para comunicarse, entretenerse y conocer sobre todo lo que sucede en el mundo, ha obligado a todos a adquirir o mejorar los equipos tecnológicos y sistemas de comunicación necesarios para hacer las conexiones con el mundo virtual.

Es así como quien no tenía un ordenador ha tenido que dirigir la inversión hacia estos aparatos tecnológicos, o bien, contratar los servicios de datos para poder conectarse, así como adquirir un smartphone con mejores prestaciones para poder hacerlo. En definitiva, el consumo de tecnología se ha visto incrementado enormemente con el desarrollo de la pandemia.

Más producción y consumo local

La misma situación de confinamiento en los hogares y la recesión económica producto del cierre de puestos de trabajo y demás consecuencias de la pandemia, ha llevado a las personas a buscar fuentes de ingresos alternativas adaptadas a las nuevas condiciones. Hoy en día es muy común ver cómo en cada casa venden productos u ofrecen servicios caseros para soportar esta situación.

Cualquier vecino hace tortas, vende dulces, hace trabajos de fontanería o barbería a domicilio, cuidan niños o prestan cualquier servicio que antes no hacían, pero que ahora desarrollan, para de alguna forma, poder salir adelante ante la crisis.

Todo eso dirige el consumo dentro de esta especie de microeconomía local, de forma que satisface algunas necesidades que antes eran resueltas por grandes consorcios y empresas prestadoras de servicios o productoras de bienes.

Todos estos factores han determinado el consumo en todos sus niveles, lo cual prevalecerá por algún tiempo más, hasta que se retome la normalidad y se restablezca en su totalidad el flujo de consumo que ha caracterizado a toda la sociedad; mientras tanto, solo queda adaptarse a la nuevas realidades.

Lea también
Comentarios
Cargando...