Semana: Venezuela recibió cargamento de armamento antiaéreo proveniente de Irán
La relación entre Caracas y Teherán no se resume únicamente a la importación de gasolina. En su lugar, cada vez se expande más y el último capítulo de estos intercambios comerciales revela la adquisición de un importante arsenal de armamento antiaéreo por parte de Venezuela.
De acuerdo con documentos confidenciales del Ministerio de Defensa revisados por el periódico colombiano Semana, el gobierno de Nicolás Maduro habría adquirido 2.015 unidades de defensa antiaérea. «En total son 1.050 misiles, 400 bombas, 500 cohetes, 30 contenedores y 35 radares», que formarían parte de la ‘Operación Escudo Bolivariano 2021’.
El cargamento habría llegado el pasado 21 de julio a bordo de un Boeing 747-200F de carga de la flota de Fars Air Qeshm, aerolínea que posee un avión sancionado por el gobierno de Estados Unidos por su presunta implicación en el traslado de armamento hacia Siria, recoge Tal Cual.
Semana reporta además que este material militar fue almacenado en la base aérea El Libertador, ubicada en Maracay, de acuerdo con un documento clasificado como «ultrasecreto».
Los documentos hacen referencia a sistemas de armas específicos revisados y enlistados por Venezuela. Mencionan el sistema de defensa aérea Talash, misiles antibuque AGM-84, AGM-65G, misiles aire-aire AIM-7, Sparrow AIM-9X Sidewinder, sistema de radar AESA APG-83 SABR, contenedores UPK-23-250, lanzador UB-32 con cohetes S-5, bombas ZAB 500 kg, bomba RBK 500 kg, fusiles de asalto ligeros reparados AK-103 calibre 7,62 mm y rifles Masaf calibre 51,62 mm.
La carga no sería totalmente iraní, pese a ser importada desde este país. El armamento incluiría piezas fabricadas en Estados Unidos y Rusia que Irán adquirió años atrás.
Mientras que el sistema de defensa antiaérea es de fabricación iraní, también se encontraron 500 lanzadores Ub-32, cohetes S-5, 200 unidades de bombas ZAB de 500 kg, 200 bombas RBK de 500 kg y 30 contenedores UPK 23 250, todos de fabricación rusa.
Figuran también 300 misiles AIM-9 Sidewinder, 300 misiles AIM-7 Sparrow, 250 misiles antibuque, 100 misiles antibuque AGM-84 y 100 misiles tierra-aire AGM 65-g; todos de origen estadounidense.
Por otra parte, en este vuelo también arribaron dos grupos de élite de la Fuerza Revolucionaria de Irán (IRGC), un grupo militar iraní acusado por Estados Unidos de promover el terrorismo globalmente. Este personal sería el encargado de dar capacitación sobre el sistema de armas y ofrecer recomendaciones, así como acondicionar barcos venezolanos y ayudar en la instalación de las baterías antiaéreas.
Otro documento al que Semana tuvo acceso parece demostrar que Nicolás Maduro en persona habría revisado el cargamento, ya que se pidió alistar los almacenes para la verificación del mandatario chavista.
Con esta importación, el sistema de defensa aérea de Venezuela se refuerza en un contexto de tensión con Colombia y con un proceso de diálogo con la oposición llevándose a cabo.
